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La mesa es para seis, Claire se sentó a mi lado y papá en una silla frente a nosotras. Observe la crema de tomate sin mucho apetito, siento amarga mi boca y cada vez que paso bocado lo amargo queda al final, por eso mismo comí con lentitud sintiendo cada cuanto la mirada de papá y Claire sobre mi.

—May —la voz de Claire hizo que dejara la cuchara en el platillo.

Levanté la mirada y ella me veía de una forma extraña, papá también la miraba. Que no hayan hablado de mi mientras dormía por favor.

—¿Si?

—Hablamos mientras tú dormias —¡por supuesto que lo harían!. —Y creemos que si deberías tomar el tratamiento.

¿Qué?

—¿Qué?

—Eso Pollet, nada esta dicho aún, nada esta escrito. Puedes luchar por tu vida y salir de esta, podemos hacerlo juntos, como familia —terminó de hablar papá y yo quise dejarme caer sobre la mesa.

No es posible y es que cómo yo podría explicar todo lo que realmente esta pasando si cuando lo hice pensaron que solo era un cuadro severo de ansiedad por la muerte de mamá y me quisieron internar por todos los síntomas que presentaba.

—Es que ya no quiero hacerlo —susurré, tanto que pensé que no habían escuchado por el silencio que siguió después de eso.

—Pollet —la voz de papá llena de preocupación me hizo mirarlo a él.

—Ya no quiero luchar ¿Han visto mis brazos? —y sin esperar respuestas me levanté de la silla, me quité el suéter y levanté las mangas de mi blusa de ambos brazos, dejando al descubierto todos los moretones causados por los pinchazos de las agujas, por tantas pesadillas también pero ellos eso no lo sabrían.

—¿Han visto mi espalda? ¿Han visto todo mi cuerpo? ¿Mi cara? ¿Saben el dolor que siento cuando como? ¿cuando me baño? ¿o cuando despierto? —ellos no lo saben, no saben el frio y el miedo que me consumen, no saben lo que me atormenta ni porque ya no quiero dejar avanzar el tratamiento en el hospital.

Y no es que este siendo mal agradecida, por las estrellas que no. Solo es que ya no quiero vivir así.

—Papá ya no quiero ser una carga para ustedes.

—¿Quién ha dicho que eso eres para nosotros? Tú no decides lo que eres lo hacemos nosotros.

—No mientas —respondí sin dejar hablar a Claire, que al parecer quería hacerlo ya que abrió su boca y la volvió a cerrar cuando hablé. —No quisiste verme el día que tuve mi último episodio, no estuviste ahí cuando desperté ¿Por qué? Sé que pasan ocupados y que trabajan duro para que no falte nada cuando enferme, para que no falte nada en la casa pero aún así no quieren verme. Han pasado meses desde la última vez que me visitaron que si quiera pasaron por el hospital para hablar con la doctora Ormon.

—May —miré a Claire. —No es eso, para nosotros también es difícil verte así en ese lugar, para mi lo es sabiendo que eres mi hermanita y que no puedo cuidar bien de ti.

Eso no es una excusa.

—Por eso mismo —expresé con frustración volviendo a sentarme. —No me quieren visitar por estar así, si paso aquí en casa por lo menos estaré acompañada, no quiero hacerlo más difícil para ustedes...

—Ya lo estas haciendo difícil Pollet —me respondió papá.

—Solo queríamos que supieras que ya hablamos con la doctora Ormon sobre el tratamiento —giré mi cabeza como látigo hacia Claire. —Mientras más rápido comience el tratamiento más posibilidades habrá para ti.

Destinados a serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora