08 | Desafío

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Incómoda la castaña trataba de seguirle el paso al dueño del castillo a pesar de que le era difícil hacerlo al recibir la frialdad del contacto del piso con sus pies completamente descalzos, pues este no se inmutaba en lo absoluto.

Al bajar las escaleras Eunji constantemente trataba de no reflejar la vergüenza que le daba su aspecto, mientras que Taehyung caminaba despreocupado alrededor del salón.

—¿Deberíamos irnos de una vez? — Cuestionó el pelinegro mientras que Taehyung depositaba su mirada en la joven.—¿O te quedarás ahí contemplando a mi princesa?

Sonrió el castaño ante aquel comentario lleno de sarcasmo.

—No, creo que ya tuve suficiente — Dijo jugando con el bastón que llevaba sobre su mano izquierda.

—Entonces, vámonos —Tomó el brazo de la chica sin el menor cuidado.

—¿Qué haces?, no. — Se negaba tratando de hacer un intento inútil por safarse.

—Creo que tienen problemas de pareja, ¿verdad? — Bromeó el castaño haciendo un puchero irritando a Yoongi con ese simple gesto.

—Joder, ¿eres sorda? — Presionó con más fuerza el brazo ajeno.

—Porfavor, solo necesito mis zapatos — Suplicó la joven ya con lágrimas amenazando sus ojos.

El pelinegro se acercó con fuerza al rostro de Eunji tratando de manifestarle la molestia que comenzaba a generar por desobedecer sus órdenes.

—Mira zorra de mierda aquí se hace lo que yo digo, si estás en ese desagradable estado es por tu jodida culpa, yo decidiré cuando merezcas un lujo, algo que una escoria barata como tú no sabría lucir, ¿entendiste? —Presionó aún más su brazo dejando ver lo descolorida que se veía su piel debido a la fuerza que estaba ejerciendo en él.

Sin decir una palabra Eunji evadió la mirada del hombre y asintió levemente tratando de no quejarse nuevamente.

—Bien, ahora vámonos — Jaló está vez con más fuerza el brazo de la castaña que aún sostenía provocando que el esfuerzo que hacía la joven por no mostrar dolor desapareciera en un instante, pues dejó salir un grito ante aquel movimiento.

Yoongi no parecía estar interesado en el dolor que le provocaba, pues no le satisfacía, era más bien que le irritaba el hecho de que se estuviera lastimando por berrinches absurdos, era un desperdicio para él.

—¿No te da vergüenza? — Cuestionó Eunji una vez que estuvieron dentro de uno de sus lujosos autos.

—¿Qué cosa? —Contestó sin importancia.

—Llevarme en este estado— Apretó sus labios prohibiendose a sí misma llorar frente a él.

—Ya te lo dije, para mí luces perfecta, ahora cierra la boca — Aquellos comentarios eran completamente irritantes para el pelinegro, cosa que lo mantenía de mal humor.

—P-pero...-

—Maldita sea, ¡Cierra la puta boca! — Exclamó golpeando el volante.

Eunji simplemente se cohibió al percatarse de que su insistencia por obtener algo de decencia en su apariencia era algo que a Yoongi le importaba en lo más mínimo.

Todo el camino se creo un silencio que la jovén se negaba a romper luego de la advertencia que le había dejado aquel grito del hombre.

—Bajate. —Ordenó una vez que llegaron a su destino.

Confundida y resignada Eunji abrió la puerta del costoso automóvil y se puso en marcha a dónde sea que el dueño del castillo le ordenara.

—Señor Shadow, es un placer atenderlo — Dijo un joven acercándose mientras realizaba reverencia a Yoongi.

Tʜᴇ Sʜᴀᴅᴏᴡ CᴀsᴛʟᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora