07 | Reglas

1.2K 102 28
                                    

Eunji con algo de inseguridad se acercó al pelinegro como pudo después de estar tan lastimada, sin mencionar lo afectada que se encontraba psicológicamente, sus ojos temblaron ligeramente derramando más lágrimas, pues la desesperación era participe de ello.

—No sabes cuanto me repugnas—Sus confesiones eran firmes, su intención era lastimar pero esas palabras eran simples e insignificantes para Yoongi.

—Como digas, descansa ahora y más tarde te explicaré las reglas que tendrás que seguir también tú de ahora en adelante — Caminó a la salida, cerrando la puerta de un portazo.

La mentalidad del pelinegro era confusa en ocasiones en las que el mismo consideraba un desorden, pero en otras era clara y precisa, calculando absolutamente todo, siempre para el bien de si mismo esperando recibir toda la atención.

Su decisión estaba tomada, él convertiría a Eunji en uno de sus trajes preciados; nadie podría acercarse a ella, ni mucho menos tocarla, todo aquel que lo hiciera correría el riesgo de ser asesinado por el dueño del castillo.

Eunji tenía innumerables preguntas sin respuesta y la única que se hacía presente todo el tiempo era ¿Porqué elegirla a ella?, aunque lo analizara cada minuto, no lograba comprender los deseos o planes del pelinegro ¿Que se supone que tenía de especial?, La intriga por indagar un poco en la mente de aquel psicópata la mantenían alerta y eso le impedía dormir.

Aquel rechinido proviniente de la puerta alteró a la castaña pensando en que podría ser Yoongi nuevamente pero se tranquilizó en cuanto sus ojos se encontraron con el pelipurpura.

—Vine a curar tus heridas Eun —Sonrió ligeramente y caminó para ocuparse de los golpes en su espalda.

—Gracias Jin — Apenas sonrió ligeramente.— Eres lo único bueno que me ha pasado desde que me metí en este pedazo de lugar — Apretó los ojos.

—Ya estoy acostumbrado de cierta manera, pero no al dueño —Rió ligeramente pero después desapareció como si hubiera algo que no le permitiera hablar de ello abiertamente.

—¿Qué dijiste? —Eunji volteo curiosa por saber a lo que se refería Jin pero el solamente instaló seriedad en su mirada dispuesto a no decir nada más — ¿Yoongi no era así? — Instintivamente comenzó a formarse un nudo en su garganta.

—Olvídalo —Contestó en seco— Si no quieres golpes de nueva cuenta, obedece a tu dueño —Sus manos se movían con rapidez poniendo distintas medicinas en las heridas.

—Siempre evades el tema — La castaña rodó los ojos y suspiró —Como sea, no deja de ser un monstruo —Se quejó por lo bajo ante el toque del alcohol en su espalda.

—Es verdad —Su tono de voz estaba cargado de resignación como si aceptar eso fuera bastante doloroso.

Y es que así era, Seokjin estaba sufriendo no por el maltrato de su jefe si no porque extrañaba aquel chico de 13 años con el que podía platicar de cualquier cosa, su cómplice en cada travesura que se le ocurría, sus risas escandalosas por todo el castillo, simplemente echaba de menos a su mejor amigo.

—Jin, ¿Estás escuchándome? — Cuestionó Eunji luego de insistir numerosas veces para obtener completa atención del pelipurpura.

Seokjin estaba en una clase de trance mientras se sumergía curando las heridas de la fémina sin siquiera percatarse de su alrededor.

—Oh, sí, perdón —Se disculpó y le ofreció una de sus peculiares sonrisas falsas — Ya terminé —Trato de levantarse para comenzar a guardar todos los objetos como gasas, alcohol, medicamentos, pero el delgado brazo de Eunji detuvo lo que pretendía hacer.

Tʜᴇ Sʜᴀᴅᴏᴡ CᴀsᴛʟᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora