𝟐𝟗 - 𝑺𝑨𝑶𝑰𝑹𝑺𝑬

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La primera en moverse a una velocidad inhumana fue Circe, quien por lo bajo murmuraba algunas antiguas oraciones que Vyel le había enseñado en los últimos días con la esperanza de que ese singular pitido fuese por algo positivo

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La primera en moverse a una velocidad inhumana fue Circe, quien por lo bajo murmuraba algunas antiguas oraciones que Vyel le había enseñado en los últimos días con la esperanza de que ese singular pitido fuese por algo positivo. Seguida de ella fue Edward, quien dejó a su pequeño hijo en brazos de Rosalie antes de ir en dirección a su amada, rezando e implorando a todos los dioses para que estuviera bien.

El silencio reinó durante varios segundos en los que aquellos tres pares de ojos se observaban con una mezcla de alivio y pánico, pero no era momento de fijarse en lo negativo, o al menos eso pensó Circe antes de lanzarse a los brazos de su queridísima hermana.

— ¡No vuelvas a darme un susto así, Saoirse Cullen! —lágrimas se acumularon en los ojos de ambas mientras se abrazaban con fuerza, dejando salir risitas de alivio y felicidad total—, yo te adoro muchísimo pero como me vuelvas a hacer eso te dejo sin la posibilidad de tener más mini vampiritos con escamas.

Saoirse se congeló en su lugar, dándole una mirada llena de amor a su esposo antes de acercarse al mismo a paso veloz y aventarse a sus brazos, llenando su frío rostro de pequeños besos.

— Eddie... ¿cómo está nuestro hijo?, ¿se encuentra bien?, ¿es sano?, ¿le está dando dolores de cabeza a Circe?

La aludida bufó por lo bajo ante la última pregunta, mas fue ignorada por los padres primerizos quienes se dedicaron a besarse y llenarse de palabras amorosas.

— Sí, mi ángel —su voz llena de adoración logró provocarle arcadas hasta a Jasper, demasiada azúcar para sus inertes corazones—, ven, debes conocerlo. Sólo te advierto que, según tu tío, es peor que Circe cuando era pequeña.

Ante las palabras Saoirse abrió desmesuradamente sus ojos y sonrió de oreja a oreja, logrando que Edward y Circe se miraran con pánico al confirmarse sus sospechas. Sin querer arruinar el momento llevaron a la pelirroja en dirección a la sala familiar que se encontraba llena, para suerte de todos no notó las miradas que le dedicaron y simplemente corrió a abrazar a su hijo.

—Mo leanbh!, dúirt siad liom cheana féin go bhfuil tú níos measa ná d'aintín —Circe sonrió orgullosa ante aquellas palabras en su idioma natal, notando la mirada confusa de todos antes de dirigirse a ellos.

—No sean chismosos, familia, es de mala educación —tomó la mano de su novio antes de sacarle la lengua a Emmett, quien había hecho un pequeño puchero ante el regaño.

Pasados unos cuantos segundos decidieron que no podían seguir así, por lo que Carlisle se armó de valor antes de hablar con su mano entrelazada a la del brujo.

—Saoirse, ¿cómo te sientes? —su tono de voz fue suficiente para que la aludida notara que algo estaba mal.

—Bien.... Bastante enérgica a decir verdad. ¿Sucede algo malo?

Nadie respondió por varios segundos hasta que su gemela gruñó con desesperación mientras le pasaba un espejo.

—Parece que el pelos de escoba te dio más que solo un hijo —confundida miró su reflejo, mostrando una expresión de sorpresa al notar sus ojos y dientes—. No sabemos cómo pero supongo que ahora eres mitad vampiro... ¡sorpresa!

𝐅𝐄𝐀𝐑𝐋𝐄𝐒𝐒     |    " 𝐓𝐖𝐈𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora