Capitulo 13

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Hanna

Miro fijamente las imágenes frente a mi, son revistas y periódicos donde hablan de la desaparición de Kaleb D'Luca, al parecer Massimo no ha informado que ya apareció. Eso no me extraña pues se que el prefiere mantener toda su vida en completa privacidad.

Recuerdo su rostro cuando le dije que iríamos a juicio por la custodia de nuestro hijo, se que una de las razones por las que eso no le conviene es por el escándalo que se formaría. Cualquier noticia sobre el se vende como pan caliente.

— Llamare a mi abogado para empezar los tramites — la voz de papa me saca de mis pensamientos.

Lo observo confundida.

— ¿Cuales tramites?

Papa me mira como si estuviese loca.

— ¿Como que cuales tramites? La demanda que le vas a hacer a Massimo — responde obvio.

— No, no, no — niego horrorizada — Yo no voy a demandar a Massimo.

— Hanna, dijiste que...

— Si, se lo que dije, pero era solo para presionar a Massimo. Hay muchas razones por las cuales no le conviene entrar en una disputa legal, y yo tomare provecho de ello.

Es cierto lo que digo, pero si las cosas no se dan como planeo, entonces tendré que irme por lo legal, la cosa es que no voy a seguir retrasándome, tengo que buscar soluciones en vez de llorar.

— Te apoyare en lo que sea que quieras hacer — dice finalmente.

— Gracias papi — me lanzo a sus brazos que me reciben gustosos. Esos brazos que me sostuvieron en los peores momentos de mi vida.

Recuerdo cuando pasaba noches enteras sin dormir, solo llorando de dolor proveniente de mi zona intima. Mario me provoco un desgarre con sus violaciones, y era horrible porque no podía ponerme cómoda gracias a el dolor punzante.

Papa nunca se separo de mi lado, a pesar de que acabábamos de conocernos, el no me dejaba sola y me ayudaba a acomodarme hasta que conseguía ponerme de manera que no me doliera tanto. Trajo a los mejores médicos del mundo para mi, e hizo que varios psicólogos vinieran a evaluarme. Aun cuando el los odia. Me ayudaba a comer, a peinarme y a caminar por el jardín, dejo sus obligaciones de lado por quedarse conmigo. También me defendió y me nombro su hija legitima cuando los viejos rusos quisieron mudarme a el área de los hijos bastardos del Boss. Recuerdo que todos quedaron atónitos cuando el anuncio que me había dado el apellido, nadie podía creerlo, pero lo hicieron cuando mi papa, furioso, les lanzo mis papeles a la cara donde mi nombre presumía mi nuevo y único apellido. Hanna Valeria Korsakova. No se en que momento lo hizo, pero mi corazón agradeció aquel pequeño detalle de su parte.

Cuando me recupere por completo, me permitió elegir l camino que yo quisiera. Elegí quedarme con el, pero también elegí estudiar una carrera universitaria como también decidí que quería volver al mundo del ballet, fue duro, pero el siempre estuvo allí, en cada golpe, caída, o ataque de pánico que tenia.

Los viejos rusos estaban complacidos por mis notas y el desempeño que mostraba en el ballet. Tener el apellido de papá era mas difícil de lo que parecía, pues debía ser la mejor en lo que hiciera para lograr ser digna de ser la única Korsakova reconocida. Digo la única por que aun mis hermanos no son reconocidos, tampoco creo que lo sean algún día. Por ley, el único hijo reconocido sera el Underboss, así debía ser, y todos pensaron que mi papa me doy el apellido porque iba a ocupar tal cargo, pero el aclaro que eso solo pasaría si yo así lo decidía, por supuesto que rechace la oferta y le deje el puesto a mi hermano mayor. Aleksei sera el Underboss, o eso creemos, la prueba final de su iniciación sera luchar con los otros hijos postulados para el cargo. En este caso son Vera y Mikhail, mis otros hermanos mayores.

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