Hanna
Mi vida entera va dentro de ese vehículo que avanza con una velocidad intermedia, ni tan rápido ni tan lento. Imagino que no salieron a toda velocidad porque el bebe va con ellos.
Mi bebe, mi hijo, mi razón de ser junto con el hombre que ahora me desprecia y ciertamente tiene motivos para hacerlo. Le escribí una carta donde le decía que amaba y me acostaba con su hermano. Aquel que siempre le ha hecho daño. Era obvio que iba a odiarme, yo misma recite las palabras que sabia que lo harían odiarme, fue muy estúpido de mi parte pensar que no lo hacia, yo misma lo provoque y ahora estoy pagando las consecuencias de no haber confiado en Massimo, se que todo hubiese sido diferente si yo fuera tan cobarde. Pero no puedo cambiar las cosas, lo hecho, hecho esta y ahora solo me queda intentar sobrevivir para poder luchar por mi hombres.
No pienso rendirme, ni hoy, ni nunca.
— Mi señora — me llama uno de los últimos hombres de seguridad que quedan en la mansión, casi todos se han ido. Solo quedan los hombres de la entrada quienes ya están abordando los vehículos sobrantes — Debe irse, la casa sera destruida con explosivos y no puede haber nadie cerca de la zona. ¿Desea alguna cosa de nosotros antes de partir?
Las miradas que todos me dedican son de pura lastima, pero en este momento no me importa como me miran ellos.
— ¿A donde se irán?
Me mira apenado.
— No puedo decirle eso, es información confidencial — explica y sollozo derrotada.
Me ire, porque ahora no tengo fuerzas para luchar, pero cuando me recupere seguiré intentándolo. Mis hombres merecen todo mi esfuerzo.
Decido intentar una vez mas antes de irme, se que no me dirá pero no pierdo nada con intentarlo.
— Ayúdame, por favor. ¿Alguna vez te has separado de la persona que amas? ¿Sabes lo que se siente estar alejada de un bebe que nació de mi? — pregunto con una mezcla de derrota y frustración.
— No, y se que debe estar sintiendo un dolor indescriptible, pero lastimosamente yo no puedo hacer nada por usted a menos que vuelva con mi señor, mientras eso no suceda no puedo interferir en lo que refiere a su hijo. Nuevamente le pido disculpas y ojala pueda arreglar las cosas con el señor, la esperaremos con los brazos abiertos el tiempo que sea.
Sin darme tiempo a responder, se apresura a abordar el vehículo dejándome destrozada, pero con un nueva meta.
No importa el tiempo que pase, tengo que volver.
Pueden pasar años, pero nunca dejare de amar con locura a Kaleb y Massimo D'Luca, ellos son mi vida y luchare por estar con ellos, no importa cuanto cueste.
Y si muero en el intento, pues moriré feliz por haber luchado hasta mi ultimo suspiro.
Recordando las palabras del hombre, le levanto con rapidez y echo un ultimo vistazo a la casa donde viví el primer mes de mi hijo, ese mes en el cual fui realmente feliz. Y subo a el vehículo limpiando mis lagrimas inútilmente pues estas siguen cayendo por mi rostro.
Arranco el auto sin destino alguno y manejo dejando atrás aquella mansión.
Tengo que pensar en lo que haré de ahora en adelante, debo encontrar la manera de buscar fuerza, tengo que reponerme para poder buscar la manera de que Massimo me escuche.
No tengo dinero, ni casa, ni absolutamente nada.
Estoy toda golpeada, magullada y enferma.
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Eterno
Storie d'amoreSomos y seremos Eternos. Nuestro amor es eterno, no importa el tiempo, la distancia, confusiones y las circunstancias. Siempre volvemos a ese punto dónde fuimos felices. No importa cuánto cueste. Nuestro amor es Eterno y eso nada puede cambiarlo.