Deja Vu ⸻ ❝Riverducción❞ #RMS

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A C L A R A C I O N E S

Hubo saltos en la historia para llegar a lo que tratará la historia después del capítulo 10, no quiero que se vea en chingazo, por eso lo haré lo más claro posible.

Disfruten la lectura, muak.

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Dos horas exactas de vuelo era lo que llevaban hacia España. Dos horas exactas donde ninguno de los dos había pronunciado más de dos palabras hacia el otro, ambos sentían que realmente sería un viaje largo si no hacían algo; porque así pasa cuando viajas solo, incluso tú puedes estar en otras perspectivas mientras la otra persona hace lo mismo.

Pero no son ex novios.

No se besaron antes.

No discutieron antes.

No se juraron amor eterno antes.

No hicieron el amor antes.

Samantha evitaba voltear a su costado cada que podía, concentrándose solamente en la pantalla de su iPad o su celular. Los auriculares que la despejaban de su realidad, sincronizando canciones que le gustaban.

Por su parte, Félix se mantenía en su laptop, observando varios clips de lo que tendría que mandar a acomodar del documental, cosas que Samantha anteriormente le había dicho.

Un tarareo lo terminó desconcentrando al no tener música o sonido alguno en sus AirPods.

—¿Qué tengo que hacer mmmm?— Murmuró la chica a su costado, la cual se encontraba observando su celular—. Tú eres una diabla... y tú eres mala, baby no te vayas... hmm, devórame...

Félix sonrió por lo bajo al escucharla, imaginando que no se había percatado que estaba sonando un poco alto.

—Sé que me extrañas... tú en mi cama.

Las personas a su corto alrededor voltearon a verlos con curiosidad, imaginando que estaban hablando entre ellos. Félix no tardó en reír llamando la atención de Samantha en pocos segundos. Ambos conectaron miradas, mientras que las de ella eran confusas y de pregunta sobre la gracia que éste tenía. Las miradas que él le lanzaba indicaba hacía las personas que los miraban atentamente.

—Cantas muy alto— Susurró. Samantha llegó a escucharlo quitándose los audífonos con rapidez y tratando de recostarse hacia atrás.

Era el privilegio de estar en primera clase, incluso algo los dividía.

—Lo siento...— Respondió de vuelta—. Creo que dormiré.

—Hazlo, no te apures. Nos quedan demasiadas horas aún.

"Mierda" pensó ella.

—¿Me puedes despertar en dos horas?— Félix volteó hacia su derecha con la mirada curiosa.

—¿Por qué en dos horas?

—Porque quiero comer...— La manera en que había dicho aquellas palabras provocó que sonriera de manera inconsciente—. Por favor, Félix.

—De acuerdo, en dos horas te despierto.

—¡Gracias!— Pronunció con una ligera emoción mientras agarraba la cobija que había llevado para cubrirse desde sus pies hasta sus hombros.

Félix la observó con ternura, recordó aquellas veces que le pedía exactamente lo mismo, incluso cuando le decía que la despertara al estar lista la cena.