Deja Vu ⸻ ❝Riverducción❞ #RMS

12

Félix y Samy tenían un mes y medio sin haberse visto después de lo ocurrido, solamente habían cruzado palabras por el cumpleaños de Samantha y algunos detalles del mismo documental. Pero ahora, tenían que verse en persona para así ver los últimos cambios que había mandado a hacer. No era una mentira que ambos estaban nerviosos. Félix, por su parte, se encontraba en el estacionamiento del edificio donde vivía Samy, esperando la hora acordada y así no llegar antes... había llegado algunos minutos antes por los nervios. En cambios, Samy, se encontraba en su cocina haciendo un experimento bastante raro... que se le había antojado.

Al pasar los minutos Félix tomó el valor para adentrarse al edificio y así llegar hasta el ascensor para llegar hasta el departamento. Con un poco de nerviosismo tocó el timbre y mientras sus emociones iban al mil por hora, escuchó un —Voy— que provenía del otro lado de la puerta. Sentía sus manos sudar en aquellos pocos segundos que transcurrieron como horas, Samy llegó hasta la puerta y la abrió encontrándose al fin con aquellos ojos que la hicieron volver a tambalearse.

—Pasa— Evitó su mirada mientras se hacia a un costado para dejarlo pasar—. Puedes dejar las cosas en la mesa.

—Hola... gracias— Se adentró al lugar, dirigiéndose rápidamente hacia donde ella le había indicado.

Samy por su parte tomo el plato que se encontraba en la barra de la cocina para dirigirse a la mesa junto con un tarro de salsa valentina. Félix, quien estaba concentrado en instalar su laptop, tuvo un poco de curiosidad y aquello logró hacerlo voltear hacia la chica, la cual estaba degustando un pepinillo con nutella... ¿nutella?

Para su sorpresa la chica vació un poco de salsa sobre los demás que se encontraba en el plato, confundiéndolo mucho más.

—¿Qué comes?

Samy volteó hacia arriba para encontrarse con su mirada y así buscar una respuesta a su pregunta, observando como Félix la miraba con el ceño fruncido.

—Pepinillos con nutella... le puse salsa... ¿gustas?

Félix negó mientras volvía hacia su laptop para observar los videos que tenían con los últimos arreglo. Intrigado volteó nuevamente hacia Samy, realmente no creería que ella estuviera comiendo eso... principalmente porque ella odiaba los pepinillos.

—¿Por qué comes eso?, ¿desde cuándo te gustan?— Preguntó con una leve sonrisa, tratando de no hacer el ambiente incómodo.

—Desde hace poco...— Su corazón volvió a sentir un apretón al escuchar aquello... ¿cómo era que podría recordar sus gustos?—. Se me antojó esto.

—Ya veo.

—¿Ya está todo listo entonces?— Preguntó curiosa.

—Sí. Por fin, todo el documental está listo... tres horas y media. Puedes checar lo último si gustas, ya está todo con los cambios que pediste.

Samy se acercó a la laptop para reproducir lo último, mientras su mirada se encontraba concentrada en la pantalla, la de Félix se centraba solamente en ella, observando ese perfil tan perfecto que tenía. No se explicaba cómo era que ella podía ser tan hermosa, y cómo ocasionaba miles de emociones a su corazón.

No quería incomodarla para nada... pero también había aprovechado todo aquello para al fin poder hablar con ella sobre lo ocurrido y así hacerle entender que se había equivocado. Que realmente, lo que haya ocurrido, su corazón no mentía.

Sin embargo notó como aquel rostro totalmente entusiasmado se habían convertido en malestar, y como había dejado el plato a un costado. Samy cerró los ojos con un poco de presión, mientras el aroma a lo que se encontraba en el plato la comenzó a marear demasiado y las náuseas no tardaron en aparecer. Rápidamente se recargó sobre la mesa mientras evitaba sentirse mal, pero todo aquello parecía girar con fuerza.