☆ Until our next life ☆ {Seo Changbin y tú}

<< 009 >> ▫️▫️▫️▫️⭐

<< ALICE >>

Al recordar como a cada una de las chicas nos dejaron la misma canasta con las toallas, salí corriendo hacia la habitación de Seojin.

Toco la puerta insistente, y a los pocos segundos abre esta con una expresión confusa.

—¿Qué ocurre?— pregunta adormilada e ingreso a la habitación para ir tras la canasta.

—Encontré una cámara entre las toallas que nos dejaron esta tarde — respondo tomando las toallas y abriendo una por una hasta que una pequeña cámara cae al suelo alfombrado. Me agacho para tomarla y luego mostrársela— Una exactamente igual a esta.

—¡WTF!— pronuncia desconcertada— ¡Rompela!.

—Solo la apagaré, la necesitaremos de evidencia cuando llamemos a la policía— explico y traga grueso.

—¿Y como sabrás que la apaguaste por completo?. Quien la puso ahí puede prenderla si la controla desde su computadora o algo — hablar rápidamente y busco con mi mirada algo para guardar la cámara.

—Las pondré aquí adentro — indico colocándola dentro de un gorro que tenía tirado sobre el tocador— Ahora debemos ir a las habitaciones de Kei y Minchae.

—Bien, bien— repite yendo a tomar su celular para salir conmigo de su habitación — Llamaré a la policía. ¡Y no me digas qué no lo haga. Lo haré de todas maneras porqué estoy nerviosa y asustada!.

Toco la puerta de la habitación de Minchae y esta abre levemente para asomar su rosto por un pequeño espacio.

—Minchae abre bien la puerta, ahora. Es urgente — ordeno demandante y obedece de inmediato.

—¿Qué sucede?, ¿por qué tan seria?— cuestiona dejándonos pasar.

—Dejaron cámaras entre las toallas — repito mi respuesta anterior para ella.

Hago lo mismo que con las toallas de Seojin y saco la cámara para apagarla y luego guardarla en el gorro. Seguido vamos las tres a la habitación de Kei.

Pero nos detenemos a mitad de camino al verla correr apresurada, y con una expresión asustada, hacia nosotras.

—¡Chicas, creo que alguien quería entrar a mi habitación!— suelta paniqueada mientras unas lágrimas ruedan por sus mejillas.

—Habían cámaras entre las toallas, íbamos ahora a tu habitación para buscar la tuya— declaro y niega rápidamente.

—No quiero ir a mi habitación, había alguien forcejeando para ingresar. Yo lo escuché, era muy insistente, no podemos ir allá — tartamudea explicando lo sucedido y relamo mis labios preocupada por su estado.

—Yo iré, Minchae; quédate con ellas y esperen a la policía— ordeno y las tres asienten sin remedio alguno.

Me dirijo hacia la habitación de Kei, y dismimuyo mi andar al ver la puerta entreabierta.

—Qué clase de película de terror es esta— murmurro dudando si ingresar o esperar a la policía — Con lo tanto que detesto las películas de terror, la vida me da esto. Increíble.

Tomo aire y abro por completo la puerta de golpe para encender las luces e ingresar como si supera defensa personal. Lo máximo que podría hacer, sería morderlo, o darle un buen golpe debido a la adrenalina.

Para mi suerte, la habitación estaba vacía. Sí, verifiqué debajo de la cama, el armario, baño, balcón. To-do. No había nadie.