☆ Until our next life ☆ {Seo Changbin y tú}

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<< ALICE >>

Al darle la noticia, pude ver en su rostro sorpresa, y nuevamente, pura preocupación.

—Cuando me hicieron los análisis, apareció que sufrí de un "Infarto al miocardio".

—¿Qué es?, ¿es muy grave?— pregunta seguidamente tomando mis manos.

—Digamos que un infarto al miocardio, es cuando se obstruye una arteria que lleva sangre y oxígeno al corazón— explico pausadamente recordando detalladamente las palabras del doctor.

—Tras lo ocurrido en el hotel, mi nivel de estrés aumentó bastante; creemos que ese fue el detonante— añado utilizando un tono tranquilo para no alterarlo más de lo que ya está — Estaré en hiatus por una semana. Pero tú y yo sabemos que aún continuaré trabajando.

—De ninguna manera trabajarás. Tú debes guardar absoluto reposo— sentencia con firmeza negando entre palabras.

—Si no trabajo, me desiquilibraré. Tengo que mantener mi rutina— intento hacerle entrar en razón

—Alice, tuviste un infarto. Esto no es algo que se pueda tomar como si nada. Si te dicen que debes guardar reposo, es porqué debes guardar reposo. Punto— mueve sus manos rectamente entre palabras.

En eso que tocan la puerta y luego ingresa el doctor.

—Buenas tardes— saluda formal y señala con su pluma a Changbin — ¿Usted debe ser su esposo, verdad?.

—Correcto, Seo Changbin— afirma presentándose y el doctor se acerca para saludarlo.

—Jack Anderson; soy el doctor y cardiólogo que ha estado atendiendo a la señorita Seo desde su llegada al hospital— se presenta amablemente.

—Hemos estado monitoreandola, y su ritmo cardíaco ya se encuentra en el nivel adecuado. La daremos de alta en unas horas. Y le sacaremos copias a su registro aquí, para que lo lleve a su doctor primario en Corea— informa anotando algunas cosas en su tabla— Sabe que debe guardar reposo por lo menos por una semana, intente no estresarse.

—Soy madre y también líder de un grupo internacional; no tener estrés no está fuera de mi vida — revelo con diversión y suelta una risa nasal— Pero intentaré guardar la calma, por mi salud.

—Me parece perfecto. Tiene a un buen esposo a su lado, él la consentirá — comenta y reímos levemente.

—Sí, tiene razón. Es un gran esposo — concuerdo viendo con amor a Bin.

—Muy bien, pasaré nuevamente por aquí antes de darte de alta. Te revisaré para asegurarnos de que todo esté bien, y podrás tomar tu vuelo hacia Corea del Sur.

—Muchas gracias, doctor — agradezco genuinamente inclinando mi cabeza y él copia mi acción antes de marcharse.

Estando solo nosotros dos en la habitación, mantengo mi mirada en Changbin.

Él acerca su mano hacia mi rostro y acaricia suavemente mi mejilla. Lentamente aparece un puchero en sus labios y sus ojos toman forma de cachorro.

Ante sus medidas para conseguir un beso, bufo y me inclino hacia él para besar sus labios un par de veces hasta saciar un poco su sed por estos.

—Te amo — pronuncia con una tonta sonrisa.

—Yo también te amo. Aunque seas un gruñón y estricto.

—¡Lo hago justificadamente!— sube su tono de voz y hago una leve mueca de dolor.

—Estoy sensible a los ruidos fuertes — aclaro y tapa su boca con sus manos rápidamente.