Un hombre alto y fornido, vestido en una túnica negra, reside dentro de los oscuros pasillos de un castillo ubicado en la cima de la montaña Elgebros, un relieve pertenciente al solitario planeta Torneido,
Los únicos humanos que vivían en el último eran los propios habitantes del astro, nadie venía a visitarlo, lo cual era lógico ya que era el planeta más cercano a Entia, así que no podía tener muchos visitantes.
Entia era una bola amarilla gigante que irradiaba su luz por doquier, a su alrededor giraban una docena de planetas de los cuales se dice que fueron creados por Entia.
Este hombre había sido recientemente proclamado enemigo principal de los Entèros, seres artificiales creados por Entia para defender la vida de los planetas a su alrededor.
El sujeto se acerca a la ventana del castillo, sus sombríos ojos violeta contrastan a la perfección con el amarillo divino e intenso que emite el orbe flotante cercano al planeta, el hombre sintió como Entia le devolvía la mirada, a pesar de tan solo ser una esfera gigante.
Mientras tanto, los pasos de los Entèros se volvían cada vez más y más altos, como una manada de lobos cazando juntos a su presa.
El hombre suspira levemente y se da la vuelta para recibir a sus 'invitados', su largo pelo negro se mueve ligeramente por el viento que penetra en la habitación por una de las ventanas.
Los seres artificiales entraron bruscamente en la estancia, el hombre vio en frente suya a más de una docena de ellos.
Los Entèros eran seres con forma humana y aunque cada uno tenía sus diferencias físicas todos compartían los ojos verdes de la esperanza, que iba a juego con su brillante espada.
"¡Rin!", uno de ellos exclamó el nombre de su enemigo, en un tono rabioso.
Rin acarició levemente el filo de su propia espada, era similar a la Espada Entèro, pero la suya estaba impregnada de un morado intenso, representando la desesperación en vez de la salvación.
"Marionetas sin cerebro...", susurró Rin con una expresión melancólica, justo después levantó su espada y la golpeó contra el suelo, levantando una explosión de energía oscura que cegó a los Entèros.
Rin imbuyó su Zen en el sable, potenciando su poder, el Zen era la fuente de energía que residía dentro de todos los seres vivos, aunque pocos sabían usarlo.
Rin se movía rápidamente a través de la humareda que había creado su ataque, y aprovechando la confusión entre sus enemigos preparó su hoja y atravesó el pecho de uno de los Entèros.
El hombre de pelo largo rápidamente retiró su espada, la sangre salpicó por la habitación y el cadáver cayó al suelo, los Entèros comenzaron el contraataque.
Rin esquivaba todos los tajos y fácilmente rebanó la cabeza de uno de ellos y la pierna de otro.
Uno intentó pillarle desprevenido, pero el hombre pudo reaccionar y saltó, posicionándose en el aire por encima del conjunto de Entèros.
Rin descendió sobre ellos y aterrizó encima de su víctima, el Entèro al que le había amputado la pierna.
Los quejidos cesaron cuando Rin incrustó su espada en su pecho, para luego salir de en medio del grupo con la misma rapidez con la que había entrado, moviéndose a una gran velocidad y con gran estilo, como si fuera un baile.
Los Entèros se prepararon para atacar mientras el verde, morado y el lejano amarillo resonaban juntos en la sala, durante la batalla decisiva...
[15 minutos después]
Apenas quedaban cinco Entèros, pero Rin estaba agotado, unas gotas de sudor caían sobre su frente mientras trataba de mantenerse en pie.
Un Entèro trató de rematarlo pero a pesar de que los movimientos de Rin eran lentos y pesados este logró esquivarlo y golpearlo con su filo, hiriéndolo gravemente.
Más Entèros se unieron, Rin zarandeaba su espada a su alrededor tratando de defenderse de los ataques y mantener la ofensiva.
Una voz sombría, áspera y aguda que haría temblar a cualquiera resonaba en su cabeza, diciendo:
"Mata"
Rin agarró con fuerza su espada y se esforzó al máximo, dejando salir un grito furioso mientras canalizaba el poder, su iris se volvía de un tono más oscuro hasta pasar de violeta a negro.
El grito de batalla fue interrumpido cuando Rin sintió una espada atravesar su pecho, uno de los Entèros logró asestar el golpe de gracia.
Los ojos de Rin volvieron a la normalidad mientras su mano temblaba ligeramente y una gota de sangre se escorría por su labio.
El Entèro cargó una ráfaga de Zen en su espada que fue disparada a quemarropa hacia Rin.
El hombre sintió el Zen destrozándolo y supo que aquí es donde moriría, sin poder lograr su objetivo de erradicar a los Entèros de la faz del universo.
Rin no gritó de dolor ni de tristeza, de sus labios solo salió un berrido desgarrador que pronunciaba un nombre, no de los Entèros sino de su verdadero enemigo.
"¡Entia!"
Mientras el grito se perdía en el aire el cuerpo de Rin fue propulsado por el ataque del Entèro, atravesando la pared y cayendo varios metros por el borde del castillo hacia el suelo.
Rin se estrelló contra la tierra, los Zen verde y morado se mezclaron y se liberaron en una explosión vertical que iluminó todo el planeta.
Más tarde, los Entèros buscaron el cadáver de Rin, pero no pudieron encontrarlo.
Lejos de Torneido y de Entia, el gran planeta Zentia imponía con todo su esplendor.
Este planeta era el núcleo de todo el universo, el propio nombre del Zen viene de él, y a pesar de no ser un ser vivo Zentia también pudo observar el deselance de la guerra de Rin, la Guerra Entèro.
Durante los siguientes años, los Entèros se empezaron a comunicar más con la población de todos los planetas pertenecientes al conjunto que orbitaba alrededor de Entia, expandiendo sus conocimientos sobre el Zen y enseñando como usarlo.
Esto provocó una revolución masiva en todo tipo de aspectos y campos, el Zen se usaba para actividades cotidianas, en el ámbito laboral y demás.
Y como no, se originaron múltiples estilos de combates, replicando técnicas de los Entèros, como los ataques de Zen y la habilidad de materializar las armas en la palma de la mano.
Verdaderamente una época dorada.
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Leyendas de un nuevo mundo
FantasyKai, un ser artificial creado para defender la vida y la paz, vive una vida tranquila y casual tras una guerra histórica. Pero el resurgir de un antiguo enemigo cambiará totalmente la vida de Kai, llevándole de viaje por distintos planetas, forzándo...