CAPÍTULO 2 DE LA 1° LEYENDA

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Kai se pegó un golpe contra el suelo al salir del portal, cuando alzó la mirada vio que está en un bosque.

"¿Qué...ha pasado...?" Su voz sonaba aún baja y débil por todos los eventos por los que había pasado en los últimos minutos.

Había tenido que enfrentarse al asesino de su raza, sus poderes había sido sellados y ahora estaba en un planeta desconocido.

Kai se levantó de la hierba, dolido por la caída y sintiéndose débil, apenas podía sentir el Zen dentro de su cuerpo.

Una vez en pie de nuevo, Kai observó sus alrededores, solo veía una infinita vegetación, estaba rodeado de un bosque frondoso hasta donde alcanzaba su vista.

Kai empezó a andar a través del bosque, tratando de encontrar algo, lo que sea, alguien para que le guiase.

Al poco tiempo escuchó unos gruñidos y se aproximó hacia el ruido, escondiéndose entre la maleza una vez cerca de la fuente del sonido.

Kai vio un grupo de tres monstruos, su apariencia era una especie de mezcla entre cerdo y humano que no había visto en su vida, debían de habitar solo en este planeta.

Kai se fijó en sus armas, uno llevaba una espada de metal sencilla con funda propia, le podría ser útil mientras no encuentraba forma de volver a utilizar su espada Entèro.

Kai se acercó sigilosamente al monstruo con la espada, aunque estaba debilitado Kai sentía que aún conservaba algo de su fuerza, y la usó para tumbar fácilmente al monstruo y robarle la espada, empleándola para matar a los otros dos rápidamente.

Tras deshacerse de sus enemigos, Kai enfundó la espada que haría de sustituta por ahora y siguió caminando a través del bosque.

De repente escuchó sonidos en la cercanía, sonidos de coches, gente y elementos urbanos en general, los sonidos que se escucharían en una ciudad.

Kai corrió hacia el sonido, emocionado de encontrar la más mínima señal de vida humana en el planeta.

En cuanto salió del bosque la luz de Entia que brillaba sobre el planeta hizo que se tuviera que tapar los ojos momentáneamente antes de acostumbrarse al cambio de iluminación.

Frente a sus ojos había una ciudad masiva, tenía una apariencia futurista pero con un ligero toque clásico.

Asombrado por lo que veía, Kai se acercó a la ciudad, y en cuanto puso un pie sobre el asfalto saltó una alarma.

"¡Alerta! ¡Alerta! ¡Entèro en la ciudad!", decía la voz de la alarma repetidas veces, mientras luces rojas parpadeaban alrededor de los edificios con un sonido ensordecedor de sirenas de fondo.

En apenas unos segundos, Kai estaba rodeado de guardias armados.

"¡Suelta el arma y ríndete, Rin!", dijo uno de los guardias, que parecía ser el capitán del escuadrón.

Kai estaba confuso ante lo que dijo el capitán.

"¿Rin? Oye esperad, os estáis equivocando de persona, ¡yo no soy Rin!"

"Tonterías! ¡Sabemos que has vuelto a la vida Rin! ¡Has conseguido erradicar a los Entèros pero no dejaremos que continúes tu sádico viaje!", tras hablar, el capitán disparó su arma hacia Kai, nuestro protagonista la esquivó gracias a los reflejos que aún mantenía.

En ese momento Kai se dio cuenta de que por el momento hablar no serviría de nada, así que tomó la espada en su mano, asegurándose de usarla con el lado sin filo para no matar a los inocentes guardias.

Cuando Kai empuñó su espada los guardias lo tomaron como amenaza y abrieron fuego, Kai esquivó las balas y usó su maestría con la espada para derribar a los guardias, dejándolos malheridos en el suelo fácilmente, pero sin heridas mortales.

Kai procedió a envainar su espada y a explicarse a los guardias, pero justo entonces escuchó al capitán hablar.

"¡Se-Señora Gáel!"

Kai se giró, y vio a una mujer en frente de él, su pelo era largo y blanco y unos ojos azules, que irradiaban serenidad y profesionalidad.

Su cuerpo era ligeramente corpulento y se notaba que estaba en forma, era de más o menos la misma altura que Kai, por lo que era bastante alta.

La mirada de Kai era confusa y algo nerviosa, ya que notó que esta mujer era de un nivel muy superior a los guardias que derrotó hace nada, y la mirada fría y calculadora en su rostro no ayudaba a Kai a calmar sus nervios.

Kai y la mujer intercambiaron miradas en silencio por unos segundos, la tensión podría cortarse con un cuchillo, y entonces, la mujer abrió la boca para hablar...

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