CAPÍTULO 15 DE LA 1ª LEYENDA

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"¡Venga, princesita!", gritó Silvente al disparar un rayo azul desde el cañón izquierdo, el grupo esquivó el ataque y rápidamente se dispersaron por la sala.

"Maldita rata...eres un Pañuelo Blanco", dijo Leyla vengativa mientras acortaba la distancia, su espada dejó un corte en la pierna de la máquina.

El robot dio un pisotón, creando una onda expansiva.

Gáel cortó a través y disparó una ráfaga de fuego desde sus espadas que impactó contra el lado de la máquina.

El robot se tambaleó y Silvente agarró los mandos con más fuerza al mismo tiempo que su frustración aumentaba.

"Si pierdo esto moriré, ¿¡qué sentido tendrá todo lo que he hecho si me matan?!", pensó Silvente mientras presionaba uno de los botones del panel de mando.

El robot comenzó a girar como una peonza, disparando láseres por sus dos cañones a todos los ángulos a su alrededor.

Leyla se resguardó de las balas tras su espada.

"¿¡Dónde has aprendido a pilotarlo?!", preguntó Leyla.

"Los Pañuelos Blancos copiaron vuestro modelo, todas las noches me colaba en el almacén para practicar con él, ¡por si algo como esto pasaba!"

"Puta cucaracha...", dijo Leyla irritada.

Mito esquivó los disparos ágilmente, pegando un salto al final para pasar por encima del robot y darle un golpe directo a la cabina.

Silvente podía ver algunas luces rojas encendiéndose a su alrededor, lo que no hacía más que subir su frustración.

"¡Joder!", dijo mientras disparaba un rayo láser a Mito.

El ingeniero saltó por encima del rayo, y cuando aterrizó de nuevo agarró su espada con más fuerza.

"¡Prepárate!", dijo antes de golpear la Mecha-Espada contra el suelo repetidas veces para acumular más calor.

Silvente se preparó para lanzar otro ataque pero Kai le interrumpió.

El Entèro clavó su espada en el vientre del robot, haciendo que chispas saltasen alrededor de Silvente mientras más avisos de emergencia aparecían a su alrededor.

Mito alzó su espada, todo el calor hacía que la hoja estuviera al rojo vivo y hasta parecía estar en llamas.

El ingeniero golpeó su espada contra el suelo, una onda que se expandió por debajo del suelo hasta llegar a Silvente, donde detonó, destruyendo la superficie y creando una columna de fuego y roca que impactó directamente contra la máquina.

"Dime, ¿por qué has hecho esto? ¿Por qué te unes al castillo como sirviente para luego traicionarnos? ¿Por qué has asesinado a mi padre?", Leyla reclamaba respuestas por parte de Silvente.

"Yo...era un fracasado entre los Pañuelos Blancos, alguien rechazado y humillado... así que planeé algo grande para recuperar mi honor, ¡y lo conseguí!", explicó Silvente.

"Ahora sólo tengo que salir de aquí con vida", esta última parte la dijo más bajo, para sí mismo.

Los ojos de Leyla se abrían con la rabia y la sorpresa, quería creer que lo que escuchaba era mentira pero sabía que era verdad.

"No... no me jodas... estás de coña...", decía Leyla entre dientes mientras su ira se acumulaba.

Los puños de Leyla se apretaban más y más, cada vez que pensaba que una persona así pueda existir su furia aumentaba, hasta que finalmente explotó.

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