CAPÍTULO 19 DE LA 1ª LEYENDA

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Rin recuperó su aliento y sus ojos brillaron determinados, mientras canalizaba su Zen en la espada, el polvo a su alrededor se comenzó a levantar.

Rayos morados salieron disparados de la hoja, chocando contra las paredes y el suelo cercanos, el hombre alzó su arma y conjuró una lluvia eléctrica que se esparció por toda la habitación.

Rin se lanzó a por Kai y lo atacó entre los relámpagos oscuros, el Entèro procuró mantener su defensa alta y también tener cuidado de no recibir daño de los fulgurantes ataques.

Los movimientos de Rin se habían vuelto algo más lentos, pero lo aprovechaba para poder ser más impredecible, asestando golpes erráticos y poderosos contra la guardia de Kai pero lo suficientemente rápidos para no darle oportunidad de contraataque.

Los rayos rodearon a Kai y fueron acercándose hacia él, afortunadamente para él Entia estaba en su mente para ayudarle y le dijo qué hacer.

Kai dio un pequeño paso hacia atrás para alejarse de Rin y tener el tiempo necesario para usar la técnica aconsejada, aunque con esto también se colocaba más cerca de los rayos así que debía actuar rápido.

Su espada se rodeó de un Zen verde más oscuro, la irradiante luz se expandió por la estancia mientras el Entèro daba una vuelta sobre sí mismo, expandiendo una onda a su alrededor.

"¡Anulación Artrifus!", gritó, la onda chocó contra los relámpagos y los disipó al instante, al mismo tiempo que empujaba a Rin unos pasos hacia atrás.

El ataque defensivo de Kai desapareció a los pocos segundos tras haberle salvado del ataque en área, Rin apretó sus dientes, frustrado por el nuevo fracaso.

El hombre se agarró la cabeza mientras se tambaleaba y gruñía, sus uñas se aferraban a su cráneo con fuerza, como si quisiera aplastarlo.

Las emociones se acumulaban en su interior, de forma similar a cuando se cocina.

Su cuerpo era la olla, su rabia y odio los ingredientes, su corazón ardiente hervía la mezcla y alguien externo a la pelea depositaba un poco de su influencia como especias.

El resultado fue un Rin que dejó salir un grito desgarrador mientras grandes cantidades de Zen oscuro salían del suelo y de su cuerpo.

Mientras gritaba su iris se tornaba negro por unos instantes, eventualmente su berrido se ahogó y Rin comenzó a tomar respiraciones agitadas y repetidas.

"Joder... joder...", decía mientras sus ojos relucían con el desprecio hacia Entia representado como el color de la oscuridad, por su mente pasaban recuerdos del pasado, demasiado difusos como para que él mismo los pudiera entender.

Ahora todo su poder y atención estaban puestos en matar a su enemigo, gracias a ese alguien ayudándolo, parece que ni Rin ni Kai luchaban solos, ambos lados tenían a un dios brindándoles apoyo.

"Cuidado", Kai escucha la voz de Entia en su cabeza, aconsejándole de nuevo.

"Prepárate, esfuérzate al máximo ahora"

Kai siguió las palabras y colocó su espada en frente suya, listo para acabar con esto.

Ambos oponentes se lanzaron a por el otro a la vez, sus cuerpos parecían convertirse en relámpagos por la velocidad durante unos segundos antes del choque.

Sus espadas rebotaron una contra la otra al tocarse, cada uno clavó el pie en el suelo para recuperar estabilidad y se lanzaron de nuevo hacia delante.

Corte a la izquierda, a la derecha, puñetazo por abajo, rodillazo a la cabeza, los golpes volaban entre los dos luchadores, ambos dándolo todo para ganar.

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