XI

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Las cosas para el omega iban viento en popa, sentía que la vida por fin le sonreía, tenía lo que tanto ansiaba dentro de su vida: la relación con sus padres iba muy bien y las cosas con el delta ni digamos

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Las cosas para el omega iban viento en popa, sentía que la vida por fin le sonreía, tenía lo que tanto ansiaba dentro de su vida: la relación con sus padres iba muy bien y las cosas con el delta ni digamos. Christopher y él se veían a escondidas siempre que podían, pero para tristeza del omega aquello no pasaba tan seguido, ya que debía retomar sus labores. Ambos optaron por hacer largas llamadas donde se contaban todo tipo de cosas, en ellas siempre presenciaban la rutina del otro y aquello a Minho no podía enamorarlo más, se sentía muy feliz.

Hasta llegó a conocer a Changbin, el alfa un día llegó de sorpresa a la cabaña del delta, donde los encontró a ambos almorzando; ese día se había asustado demasiado cuando notó la forma en la cual aquel alfa lo veía, este lo estaba juzgando y aunque entendía el porqué no dejaba de dolerle que alguien dudará de lo que sentía.

Él quiso hacer frente a la situación, pero Christopher no lo permitió; se llevó al alfa para explicarle por qué estaba ahí, no fue sorpresa que a Changbin la noticia no le agradará, el alfa se puso receloso con su amigo y pronto se marchó de ahí sin despedirse. Minho se sintió muy culpable por aquello, aunque el delta trató de restarle importancia, la mala sensación no se le fue del cuerpo.

Días después había recibido una visita de Jihyo, quien traía del brazo a cierto alfa, quien con una mala expresión le pidió disculpas por su actitud en la cabaña del delta, Minho había sonreído restándole importancia, él comprendía sus actuares.

—Sé que para ustedes es difícil confiar en mí, pero yo les juro que mis intenciones son buenas, Christopher me gusta mucho y no haría nada para lastimarlo —Había dicho, consiguiendo una sonrisa complacida por parte de Jihyo.

Con el tiempo se ganó la confianza de ambos alfas y ya ninguno expresaba inconformidad con su presencia, cosa que lo dejaba bastante tranquilo, porque eso le daba cómplices perfectos para excusar sus escapadas con Christopher, porque aunque Jisung y Hyunjin le cubrían las espaldas, sabía que sus padres en algún punto podrían sospechar que algo estaba sucediendo a sus espaldas.

Aunque había días, como hoy, donde no encontraba ninguna excusa para escaparse hacia cierta cabaña donde el delta de sus sueños podría recibirlo con calidez, eso lo tenía de mal humor y a Jisung no podía hacerle más gracia.

—Ya quita ese ceño fruncido —Bromeó el omega, presionando dicha zona con sus dedos, Minho sacudió su cabeza con un bufido

—Déjame estar, Han

Jisung se rio ante esto, alejándose del mayor para verlo frente a frente —Sé que estás molesto porque no conseguiste ir a ver a Christopher, pero debes recomponerte, ya que hoy irás al bosque con los scouts de la manada

—Es que llevamos más de una semana sin vernos, ¿entiendes eso Jisung? ¡Más de una semana!

—Entiendo eso, pero sabías que sería difícil, así que no debes estar quejándote

Había una vez un delta... | minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora