IX

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Aquella semana había pasado volando para Minho, quien se vio sorprendido cuando Jeongin bajó corriendo, avisando que su padre ya se encontraba en camino para recogerlo, aquello le sacó una sonrisa al omega, feliz de que el alfa por fin volvería a ...

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Aquella semana había pasado volando para Minho, quien se vio sorprendido cuando Jeongin bajó corriendo, avisando que su padre ya se encontraba en camino para recogerlo, aquello le sacó una sonrisa al omega, feliz de que el alfa por fin volvería a su hogar. Pero no lo negaría, le haría falta la compañía del chico, porque cuando se levantaba siempre podría encontrar a Jeongin en la sala esperando por él.

Porque antes de Jeongin, quien cumplía aquel papel era Jisung, pero como el menor ahora tenía su propio hogar, no podía exigirle pasar la misma cantidad de tiempo juntos, sería egoísta y lo último que buscaba era perder a su mejor amigo.

Cuando sus padres avisaron que Kihyun estaba entrando en la manada, Minho se volteó hacia el alfa menor —Así que ya te vas alfita —Bromeó Minho, observando cómo Jeongin se colocaba su chaqueta

—Eso parece

—Espero que tu padre se haya creído que podría funcionar una relación, así estarán en paz por un tiempo

—Espero lo mismo, porque de verdad no quiero más problemas

—Sabes que si me necesitas estaré ahí para ti, ¿verdad?

—Yo igual lo estaré para ti —Sonrió Jeongin, acercándose al omega —Te voy a extrañar

El omega sonrió suave, apretando en un abrazo al menor —Yo lo haré igual, me acostumbré a tener que soportarte

—Seguiremos en contacto, ¿verdad? —Preguntó Jeongin en voz baja, con su mejilla recostada contra el mayor, aspirando por última vez aquel dulce aroma a geranios

—Claro que sí, te lo dije, siempre que me necesites, solo escríbeme un mensaje

Ambos se separaron en cuanto escucharon pasos acercarse; pronto los padres de Minho ingresaron en la vivienda, siendo esto un anuncio silencioso de que el padre de Jeongin estaba cerca.

—Salgamos ya muchachos, el líder Yang está entrando en el vecindario —Pidió Irene, haciendo una seña hacia la calle, en silencio obedecieron, abandonando el hogar Lee

Afuera Minhyuk esperaba de pie y en cuanto los notó acercarse tiró del brazo de Minho para mantenerlo cerca, a la distancia un auto se aproximaba y más rápido de lo esperado ya se encontraba estacionado delante de ellos.

La ventanilla de este bajo y a través de ella pudieron notar a Kihyun —Buenos días, líder Lee

—Buenos días, líder Yang —Respondió el alfa —Aquí está su muchacho, sano y salvo

—Eso veo, sube hijo, debemos regresar a la manada

Jeongin acató al orden y tras guardar su equipaje en el maletero, se adentró en el vehículo, despidiéndose con un rápido ademán.

—Nos mantendremos en contacto respecto a la situación, ¡hasta luego!

—Adiós líder Yang

Con esa corta despedida, el auto se puso de nueva cuenta en marcha, alejándose de aquella calle, retornando a la manada de origen de aquellos individuos. Minho dejó salir un suspiro cuando dejó de percibir la fragancia a sandía de Jeongin, a la cual se había acostumbrado por aquellos días.

Había una vez un delta... | minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora