En dónde la manada de Scott McCall tiene que lidiar no solo con el regreso de la tumba de alguien que resultó no estar tan muerta como creían y un nuevo integrante en la manada, sino también con un benefactor sin nombre que busca acabar con toda la...
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COMO FUE a dejar a Liam a casa antes de dirigirse a la veterinaria, Scott llegó al mismo tiempo que Isaac y Abby a pesar de que su casa estaba más cerca de la zona que el edificio donde los Whittemore vivían. Ambos caminaron detrás de él en dirección a la puerta y la campanilla sobre esta sonó cuando entraron, siendo recibidos al interior con la visión de una empapada Kira.
Abby se acercó a ella sin pensar, abrazándola, sin importarle que la ropa se le pegara a la piel porque ella seguía bastante mojada por la lluvia de hacía rato. Kira sonrió y le devolvió el abrazo. Scott se quedó en su lugar y Isaac decidió imitar su acción, dejándolas tener su momento.
— ¿Cómo está tu mamá? —le preguntó Abby cuándo se apartó, preocupada.
—Bien. Curándose.
— ¿Y tú?
— ¿Yo? —preguntó Kira, confundida.
— ¿Estás herida? —se interesó en saber.
—No, estoy bien —afirmó.
—Entonces, ¿encontraste a Brett y a su hermana?
—Creo que los encontré a todos —respondió Kira, tomando su mano para guiarla hacia la sala siguiente. Abby miró a Scott, estirando su mano libre para llamarlo. Scott no tardó en tomarle la mano y Isaac los siguió en silencio, mirando a todas las personas reunidas en la sala, acurrucadas contra las paredes y luciendo asustadas—. Satomi. Él es de quien te he estado hablando —presentó Kira.
—Sé quién es Scott McCall —afirmó la mujer, mirándolo.
— ¿Estamos a salvo aquí? —preguntó la chiquilla rubia de cabello mojado.
Abby miró a Scott, preguntándose lo mismo.
—Vamos a necesitar ayuda. Mucha ayuda —aseguró.
🌙
A pesar de que Melissa aseguró que los golpes que Allen y Stiles recibieron no eran nada de gravedad y que mantenerlos en el hospital durante la noche no era nada más que una medida de precaución, Andrea decidió pasar la noche en el hospital. De todas formas, no era como que tuviera nada mejor que hacer. Jackson le contó sobre los hermanos a los que Kira rescató y que Isaac y Abby habían salido a la veterinaria para reunirse allí con Scott y encontrar un lugar donde refugiar a los Talbot y Lydia estaba en la comisaría tratando de que Meredith cooperara, así que quedarse en el hospital la hacía un tanto menos inútil que quedarse en casa, enloqueciendo entre cuatro paredes.
—Melissa dice que lo más seguro es que los dejen irse mañana a primera hora, así que, si quieres, puedes irte —le dijo a Jackson a mitad de la noche, mirándolo sentado encima del asiento junto al suyo en la sala de espera.
Jackson torció los labios en una mueca.
—No soy precisamente bueno cuando se trata de cuidar personas —respondió y después relajó la expresión—. Si Scott y Abby están ahí, entonces lo más seguro es que todo saldrá bien. Además, Isaac está con ellos. Confío en que, si algo pasa, y espero que no, él y Scott van a cuidar bien de ella.
