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─ Cada seis meses mi tío viene y me somete a una quimio que evita que mi enfermedad avance, después de este tratamiento es como si estuviera sano, pero poco a poco vuelve a aparecer y sigue siendo controlada con las precauciones y medicinas que co...

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─ Cada seis meses mi tío viene y me somete a una quimio que evita que mi enfermedad avance, después de este tratamiento es como si estuviera sano, pero poco a poco vuelve a aparecer y sigue siendo controlada con las precauciones y medicinas que comúnmente debo mantener ─ explicó Taehyung luego de una semana en la que Hansen no se separó de él, siempre llegaba después del trabajo y le preparaba muchos alimentos que le sentaban bien a su débil cuerpo, la chica lo escuchó atenta porque hacía mucho que quería saber qué era lo que le había sucedido para que estuviera así de mal tan de pronto.

─ Eso significa que en los días después de la quimio puedes salir un rato, un par de días, ¿no es así? ─ preguntaba Hansen mientras servía el desayuno para Taehyung quién finalmente había salido de la cama.

─ Podría decirse, incluso en algunas ocasiones los tíos me permitieron salir a las fiestas importantes de cumpleaños en estos días, pero no volví a hacerlo porque sentí que ellos eran felices y yo tenía que volver aquí, me hacía daño ─ respondió el joven explicando sus motivos para estar encerrado por completo, tomó la cuchara y comenzó a comer.

Hansen lo escucho y de alguna manera entendió a lo que se refería, conoció lo que sus primos podían vivir y el no, ahora no estaba ya más ojeroso, ni pálido, incluso se estaba viendo más sano que antes, al parecer la quimio si le ayudaba pero lo dejaba demasiado débil; Hansen tomó asiento y se disponía a disfrutar de su día libre con Taehyung, era temprano en la mañana y el clima fresco, nada mejor para estar con un amigo viendo la tele o escuchando música que parecía le gustaba mucho a Taehyung porque tenía una canción incluida en su proyecto de realidad virtual.

Después del desayuno los dos pasaron a la sala para ver unas películas, había una pared de cristal a un costado de esta que permitía que el usuario de la casa pudiera ver el día y por consecuencia el exterior, de ese modo supieron que en el exterior finalmente una llovizna estaba empezando a caer, sin ser agresiva ni escandalosa, solo aportaba más al frío clima que venían arrastrando desde la madrugada, Taehyung sacó unas mantas mientras que Hansen preparaba chocolate caliente y algunas botanas para estar cómodos, Yeontan estaba ya listo esperando la maratón de películas que empezarían.

Pero Taehyung ese día en particular olvidó desactivar las cámaras de la sala, acto que el la mansión Kim no pasó desapercibida puesto que por la hora tanto Nam como Jin se encontraban en sus trabajos pero uno de los primos que buscaba algunos papeles en el escritorio de su padre pudo ver en el monitor a su primo que reía feliz por alguna razón con una chica, el testigo de hoy no veía por primera vez al joven encerrado pero jamás lo había visto feliz, era su primo y le dolía saber que no podía disfrutar como ellos.

Jungkook, qué era el hijo único de Namjoon estaba atónito viendo esas imágenes, en su interior el dilema si decir lo que estaba viendo por seguridad de la salud de su primo o guardar silencio para que disfrute de esa compañía, todos en la familia sabían que el estado de la salud del joven era delicado y por lo mismo trataban de no hacerle daño pero en este caso la complejidad de la situación era demasiada.

─ Querido, ¿has encontrado lo que buscabas? ─ preguntó la madre del joven que quién de inmediato reaccionó y se movió para que su madre no entrara al estudio.

─ Si madre, no te preocupes, ya los tengo, pero creo que haré ese trabajo en un rato más porque tengo que ver a Jimin y lo había olvidado, vuelvo en un rato ─ dijo el chico dejando un beso en la mejilla de la mujer de aspecto elegante y sofisticado. ella se le quedó viendo por un momento con una sonrisa en el rostro pensando en lo alocado que era su hijo.

Jungkook pensó que lo mejor era hablar sobre lo que había visto en las cámaras y como el otro en quien confiaba era su primo Jimin quiso entonces hablarlo con él porque la diferencia entre dañar emocionalmente a su otro pariente o hacer dejarlo vivir algo que jamás imaginaron que viviría estaba en un simple hilo, mientras conducía el chico pensaban más y más en lo bonitos que se veían ahí, que por un momento aquella joven parecía la más enamorada y que Taehyung el más feliz de la tierra, no tenía corazón para hacerle daño pero lo quería demasiado para dejar que se arriesgue a enfermar.

─ La pregunta aquí es, ¿cómo es que él tuvo contacto con esa chica? ─ analizaba Jimin minutos después que su otro primo le contara sobre lo que había visto.

─ Es que todo es extraño pero dime, si la dejamos quedarse y que lo siga viendo, las posibilidades de que Taehyung se contagie de algo son más grandes porque esa chica obviamente no vive ahí y esto implica que ella va y viene ─ agregaba JK sabiendo que el peligro de ver morir a su primo también era latente.

Ahora los dos estaban meditativos sobre el tema, era mejor llevar la carga en ambos que solo uno porque de ese modo ambos llegarían a una conclusión y posiblemente sería la mejor para que pudieran arreglar las cosas, lo que menos querían era dañar algo que podía ser lindo para todos porque la familia amaría ver a su joven prisionero ser feliz con alguien que acepte su encierro y sepa compartir cada momento sin quejarse o hacerlo sentir mal, pese a que los intentos de los señores Kim estaban siendo grandes para revertir el daño que aquella explosión le había dejado al más joven.

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Después de ti ─KTH─ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora