Después de ti ─KTH─ +18

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Durante la noche el joven había recobrado la conciencia y parecía estar bien, estable pero aquella reacción le había hecho a Jin tomar muestras de sangre, aunque ya había hecho pruebas cuyos resultados estaba por recibir, pensaba hacer otros, la luz de la mañana estaba ya muy fuerte, los rayos del sol también habían llegado y Taehyung estaba sentado aún con el suero en su brazo ─ Se me iba pasar pronto, quizá solo comí mucho, no debiste dejar a tu familia y tu descanso ─ dijo con notoria pena porque el mayor no había dormido nada por estar atendiendolo.

─ No duermo mucho de todos modos, eres como mi hijo, sabes que trabajo día con día en buscar la manera de revertir ese efecto en ti, si algo llega a pasarte antes de que yo lo logre será porque te fallé, no quiero fallarte, quiero verte disfrutar con mi hijo y JK, que hagas una familia y puedas ser un adulto normal, pero muchas veces tengo miedo porque la vida y el tiempo van sin importarles nada ─ fueron las palabras de Jin, mismas que eran como látigos para sí mismo por no hacer las cosas rápido, por dejar pasar tanto tiempo.

─ No pienses así, yo jamás voy a culparte de lo que ocurra, esto fue un accidente del que nadie fue causante, la vida venía así, pero piensa que yo siempre voy a estar agradecido por ese tiempo y esfuerzo que dedicas a diario, por los cuidados y aunque no llegará a tener tiempo, mi gratitud siempre estará para ustedes porque son la mejor familia que mis padres me pudieron dejar y quizá llegue ese tiempo en el que tenga que seguir mi viaje con ellos pero me iré sabiendo que tuve lo mejor en poco tiempo ─ agregó Taehyung buscando calmar el corazón de Jin.

El mayor sintió que le apretaban desde lo interior de su cuerpo, pero le llenaba de gusto saber que el muchacho al que trataba por todos los medios de proteger se sentía amado y eso era ya bastante logro, el mayor de nuevo se fue y dejó a Taehyung solo en su enorme jaula, este se metió en su laboratorio y tomó una muestra de su propia sangre, quería saber qué era lo que le había hecho mal o que estaba pasando con su cuerpo, aunque sabía que las cosas estaban cambiando porque hace días lo sentía.

Luego de un rato obtuvo el resultado, vio las lecturas y un doloroso nudo se empezó a formar en su garganta, su enfermedad ya no era solo una condición, había avanzado y parecía estar dañando su sangre, estaba a punto de dejarse caer al piso, pero recordó que una de las cámaras estaba a su espalda, no quería que lo vieran mal, la idea de preocuparlos le dolía más, por eso desactivo la cámara de la sala de estar, ese lugar tenía esa pared de cristal que lo dejaba ver el exterior y quería quedarse ahí hasta que ya nada le importara.

Hansen finalmente había recibido respuesta a su mensaje, aunque noto algo distinto en las respuestas, pensó que seguramente Taehyung estaba cansado, de nuevo las palabras de su abuela llegaron a su mente, ella estaba haciendo entregas pero le daba ese espacio para pensar, más cuando en una de las entregas pasaron frente a la mansión Kim, sintió esa calidez qué solo el rubio le daba, lo amaba como una loca adolescente que no podía dejar de pensar en ese chico popular y lindo que la había conquistado de una manera tan tierna, quería bajarse y correr para besarlo.

El momento de llegar con Taehyung tardó más de lo que esperaba o quizá era que ella estaba tan desesperada que las horas lejos de él se le hacían eternas, finalmente estaba ahí, frente a esa enorme puerta de metal que la dejaba pasar con solo digitar la contraseña en el tablero, haciéndola pasar por un pequeño cuarto en el que los componentes desinfectantes las envolvían asegurándose que nada del exterior quedará en ella que pudiera contaminar la casa, después podía pasar a la sala, encontró a Taehyung en el sillón con Tan en sus brazos y él con la mirada perdida.

─ Oye, te amo ─ le dijo llegando hasta quedar frente a él, atrayendo toda la atención, este le sonrió en silencio y queriendo decirle miles de cosas con la mirada ─ te eché de menos ayer, pero me gusta que descanses, ahora hace frío allá afuera y es bueno para dormir, ¿no lo crees? ─ seguía hablando Hansen con tanta emoción que no se daba cuenta de lo mucho que Taehyung estaba sintiendo ─ voy a preparar chocolate caliente con leche ─ la joven estaba por alejarse cuando la mano del rubio la detuvo, este se había puesto en pie rápidamente para hacer aquella acción.

─ Te amo... ─ el joven Kim la abrazó tan fuerte que era como si de alguna manera se estuviera aferrando a ella para no sentir nada de lo que estaba viviendo.

─ También te amo, te amo tanto que siento que no te lo digo suficiente ─ la chica río y entonces buscó sus labios, amaba el olor de su piel ─ te amo, te amo, te amo ─ dijo una y otra vez para luego sonreírle mientras mantenían unidad sus frentes viéndose ─ ¿es suficiente? ─ preguntó sin moverse de esa posición, ver los lunares en el rostro del él era terapéutico para ella.

─ Nunca es suficiente... ─ murmuró el rubio antes se volver a abrazarla esta vez para evitar que ella viera sus ojos cargados de lágrimas, ahogaba cualquier sollozo qué quisiera traicionarlo porque no quería que esa magia se rompiera, esa emoción que ella tenía y de alguna forma se lo transmitía le daba un poco de fuerza pero lo que haría ese mismo día era lo que más le causaba sentimiento de pesar, Taehyung se estaba preparando para enfrentar su destino y no quería que Hansen lo padeciera también.

El alma del chico de la prisión de oro estaba destrozada en mil pedazos y quizá no tendría tiempo de reconstruirla.