"¡El amor esta en el aire!
¡Y es horrible!
o bueno eso es lo que piensan 2 omegas de Konohagakure."
¡Entra a esta linda historia llena de amor y humor!
^Esta historia está fuera del canon.^
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los tres legendarios sannin siempre se topaban con un cachorro cuando visitaban a Sakumo, el pequeño cachorro era una bola imperativa apesar de su fachada de ser tranquilo.
Bromas por doquier por parte del pequeño cachorro, Jiraya una vez terminó con el cabello rosa por una de las travesuras y Tsunade terminó llena de harina cuando el cachorro le pidió amablemente un jugo de la nevera.
El único que logró salvarse de aquellas bromas fue Orochimaru, siempre estaba a un paso adelante del cachorro, si el cachorro planeaba asustarle, Orochimaru lo asustaba a él, si el cachorro planeaba agregarle picante a los dangos de Orochimaru, él cachorro terminaba tomando agua por caer en su misma broma.
Ambos se retaban, lo que hizo empezar a formar un lazo, Sakumo siempre reía de las competencias de ambos, le parecía tierno hasta cierto nivel puesto que su cachorro nunca tenía compañía. Orochimaru por otro lado empezaba a encariñarse con aquella bola interactiva con patas.
El sannin de la serpiente todas las tardes pasaba tiempo con el pequeño cachorro que poco a poco dejo de hacerle travesuras en cambio se volvió muy cercano, cada que el Omega llegaba el pequeño Kakashi se acercaba y pedía ser cargado, así como también se pegaba a la glándula de olor de Orochimaru para llenarse de su olor y pedir mimos. Oh, como amaba ese cachorro y lo mismo pensaba su Lobo pues siempre arrullaba cuando tenía al pequeño en sus brazos. No había sentimiento alguno hacia Sakumo por parte de ninguna parte del Alfa, algo raro si le es sincero, su Omega no encuentra llamativo a ningún Alfa, esto simplemente le agrada a Sakumo pues después de la muerte de su amada no estaba dispuesto a volver a amar, pero tener al sannin simplemente le agradecía, le apreciaba mucho.
Hasta que llego aquella noche. Después de aquella noche ningún sannin volvió a poner un pie en aquella casa, tampoco supieron algo del pequeño cachorro.
Orochimaru se lamenta cada día.
(. . .)
Tras algunas horas desde la llega de los inesperados invitaron en la residencia del sannin de la serpiente, Kakashi se encontraba tratado en su totalidad. Orochimaru se encontraba velando por el bienestar del menor, mientras que en la sala se encontraba Obito que estaba amarrado de pies y manos con varios sellos de supresión de chakra mientras era vigilado por el segundo aprendiz de Orochimaru, Kabuto.
—¿En serio no podre saber nada de él? —Pregunto un poco frustrado Obito mirando a Kabuto que negó con algo de enojo.
—No. Ni siquiera tienes derecho en saber de él ¿Acaso eres un sin vergüenza? ¡Le has arruinado la vida estúpido Alfa! —dijo algo alto Kabuto mientras se acomodaba los lentes y se acercaba al contrario para luego darle un golpe en la mejilla y alejarse con un bufido.
