Capítulo 31.

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Nota de la autora: A partir de aquí, las cosas se mueven un poco rápido, lo siento, no creo que ahora la vida de Taehyung sea como antes, y bueno, debe parecer de ese modo. Espero que lo disfruten.

Cementerio nacional de Seúl.

08:12 pm. 

Taehyung observaba fijamente el nombre de su madre escrito en aquella lapida donde ahora descansaba, leyendo el mismo una y otra vez pero no sintiendo tristeza, y tal vez estaba mal pero se sentía medianamente bien. O al menos lo mejor que podía sentirse luego de perder a su madre, y aquello era porque ahora era consiente de que ella ya no sentía ningún dolor, estaba en paz y de nuevo estando sana.

Sostenía en sus manos aquellas rosas blancas que se había negado a depositar en la lapida, esta ya estaba llena de arreglos florales finos y costosos que seguramente Jungkook había encargado, y aquellas flores de girasol que SeokJin y Yoongi trajeron. Pero posiblemente ellos no sabían que las flores favoritas de su madre eran las rosas blancas, mismas que Taehyung tenia. 

Jungkook estaba a su lado, sosteniendo un paraguas para las pequeñas gotas de agua que caían del cielo, Yoongi se encontraba junto a SeokJin y Hoseok alado. Había mas personas que Taehyung ni siquiera reconocía, posiblemente por su estado. Pero reacciono cuando Jungkook le toco el hombro y hablo. 

— Debemos irnos, la gente ya se esta yendo por la lluvia —dijo Jungkook en un susurro 

Taehyung asintió sin mirarlo y se alejo de Jungkook, sintiendo el agua mojando su cabello y aquel traje negro que Jungkook le compro hace apenas unas horas. Jungkook se mantuvo quieto, observando al castaño depositar el ramo de flores blancas en el medio de la lapida. Taehyung no derramo ninguna lagrima entonces, solo dejo las flores y se aparto caminando al jardín. Yendo Jungkook y los demás detrás de el. 

Luego deteniéndose y mirando a sus amigos, y a Yoongi. 

— Gracias por venir.. ¿Quieren venir a casa? Yo.. puedo cocinar algo y-..

— No es necesario Tae, ve a casa a descansar, nosotros estamos bien —dijo SeokJin 

Taehyung solo dio un suspiro y miro a Jungkook.

— Te espero en el auto.. no tardes. —dio la vuelta y se alejo 

Jungkook formo una pequeña sonrisa y volteo mirando a Yoongi. 

— Asegúrate de que coma algo cuando lleguen y posiblemente esta noche llore, es raro que no haya derramado ni una lagrima ahora entonces, no lo dejes solo. ¿De acuerdo? —dijo Yoongi

— No lo dejaría solo Min, ya deberías saberlo —chasqueo la lengua y miro a SeokJin— ¿Como vives con alguien tan mandón? 

— No es de ese modo conmigo —alzo los hombros— Conmigo es como un algodón de azúcar —soltó una risita 

Yoongi solo le dio un codazo y fue imposible no notar sus mejillas rosadas ante aquello. Jungkook solo miro a Hoseok.

— Gracias por cubrir a Taehyung por esta semana, hablare con el y veremos si quiere volver a trabajar pronto o necesita un descanso.

— Esta bien —dijo Hoseok 

El sonido del claxon detrás de Jungkook lo hizo sonreír, era Taehyung insistiendo en querer irse, y Jungkook solo hizo una reverencia y se alejo de ambos para ver a Taehyung dentro del auto. Jungkook subió al asiento del piloto y lo miro de reojo aun manteniendo esa sonrisa. 

Stigma | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora