—No puedes ignorarle para siempre, Jiminie, ¡me harás perder dinero!
Todo lo que hizo Jimin ante la queja de Baekhyun fue mirarle mal, muy mal. Tan mal que el joven se echó hacia atrás y se escondió detrás de su gemelo, como si eso pudiera protegerle de la furia del otro hombre. Taehyung se rio un poco a costa de su hermano, pero no se apartó y continuó haciéndole de escudo.
Jimin negó con la cabeza y continuó alimentando a las carpas del estanque. El jardín del pabellón principal tenía rincones relajantes como aquel, y él les había estado sacando partido en los últimos días. Lo único que rompía con el aura de paz del lugar era... bueno, la presencia de los gemelos.
—Aunque no te haga gracia, creo que Baek tiene razón. No conseguirás nada ignorando a Yoongi hyung.
—Consigo mantenerme alejado de él y que no me moleste, que es exactamente lo que quiero.
No era verdad, aunque le hubiera gustado que lo fuera. Lo cierto es que echaba de menos la compañía del príncipe Yoongi; sus encuentros en el jardín por las noches, sus charlas, sus puyas amistosas... suspiró. Estaba agradecido de que el príncipe le hubiera dado espacio después del fiasco de aquella noche, pues le hacía más sencillo poder ignorarle. Solamente se mostraba cordial con él cuando Eunji estaba presente, aunque tenía que admitir que también había dejado de pasar tanto tiempo con la niña como solía hacer antes.
En su lugar, había empezado a pasar tiempo con los gemelos. Ellos le trataban como si fuera su amigo de toda la vida, incluso le habían prohibido que les hablara de manera formal. Admitía que no había sido muy complicado agarrarles confianza porque, aunque eran un par de desmadrosos, era divertido estar a su alrededor.
Se recostó contra el tronco del árbol que tenía detrás, dejándose caer hasta que se sentó en el suelo. Taehyung se acercó a él y se acuclilló para estar a su altura, mirándole con los ojos entrecerrados durante un rato que se le hizo un poco largo.
—No podemos ayudar si no nos dices lo qué ha pasado, ¿sabes?
Jimin resopló.
—Lo que queréis es enteraros del chisme.
—Eso también —admitió sin pena—. Pero eso no quita que queramos ayudar.
Tuvo que reírse ante tal muestra de honestidad. Baekhyun imitó a su hermano y se colocó en la misma posición, mirándole fijamente sin decir nada. A pesar de su parecido, Jimin había empezado a notar las pequeñas diferencias que había entre ambos, y esa era una de ellas: donde Taehyung preguntaba sin pelos en la lengua cuál era el problema, Baekhyun esperaría a que la otra persona decidiera hablar por sí misma.
Con un suspiro pesado, y viéndose un poco presionado por dos pares de ojos azules, Jimin decidió explicarles lo que había sucedido. Les habló de sus encuentros en el jardín, de las preguntas que el príncipe Yoongi le respondía cada noche, de la tensión que crecía entre ellos. Les explicó, algo molesto, la forma en que el príncipe le había hecho sentir en el claro junto a su casa, cuando le acunó la cara con la mano y él creyó que le besaría.
Taehyung y Baekhyun le escuchaban atentamente, en silencio, pero incluso ellos tuvieron que quejarse cuando Jimin les explicó cómo el momento se había ido al traste tan pronto como había comenzado.
—Qué idiota —dijeron a coro.
Con una pequeña sonrisa, él les dio la razón. No les quiso dar muchos detalles de su encontronazo en el jardín aquella noche porque, en parte, se sentía algo avergonzado de sí mismo por haberle faltado al respeto al príncipe Yoongi como lo hizo. Y también porque recordar cómo le había rechazado la segunda vez seguía haciendo mella en su orgullo.
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Retribución » Yoonmin
Fanfiction«Después de años viviendo en un reino extranjero y escondiendo su naturaleza mágica, lo último que Park Jimin se esperaba era encontrarse con una cría de dragón encerrada en las mazmorras del castillo. Sabiendo que sólo la familia real de Yong-gu po...