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Consejo ❜❜.

Decidí aceptar la solicitud y también responder a su mensaje. Si supuestamente seguía en deuda con él y ésta sería una buena oportunidad para poder pagarlo, ¿vendría? Lo averiguaré.

"Hola Luka, sí, aún te debo una comida. ¿Ahora te parece bien? Estaba a punto de ir a cenar a "Les Deux Magots". Si te animas, puedes venir."

Varias veces había pasado frente al restaurante pero nunca ingresado. Había tenido ese "bichito" de querer venir, pues realmente era bonito de noche.

Elegí un abrigo blanco, salí y subí a mi auto sin mucha expectativa de lo que podría suceder. Simplemente deseaba comer para después regresar con más fuerza a escribir. Ese era mi tipo de terapia.

Por suerte no tardé más de veinte minutos en llegar al lugar y tomé asiento en una de las mesas vacías, en espera de mi acompañante... Si es que venía.

A la vez, saqué mi celular y revisé redes, quien sabe y me había enviado algún mensaje. En efecto, Luka dijo que estaba por llegar.

Por alguna razón empecé a inquietarme un poco, por lo que me serví un vaso de agua. Felizmente era de cortesía.

Llamé a una camarera y pedí la carta. Hoy estaba dispuesta a comer delicioso para "reponer fuerzas". Pero en el interior pensé: "¿debería esperarlo?" creo que era lo correcto, así que agradecí y pedí que dejara la carta en la mesa, de paso que podía hojearla un poco.

Y ya tenía idea de qué pedir.

En un abrir y cerrar de ojos, no sé por qué, pero se me dio por mirar hacia la entrada (cada vez más ansiosa). Y sí, vi ese cabello azulado... Retocado recientemente ingresar al lugar.

Me recompuse y tomé aire disimuladamente para hacer una señal levantando la mano y piense "allí está". Él no tardó en darse cuenta y vino hacia mi dirección.

« Marinette, sé cortés ».

—Buenas noches, señorita Dupain —inició él tras tomar asiento frente mío. A su vez, se quitó la casaca de cuero negra que vestía y dejó sobre el respaldar de la silla. Ahora sólo portaba una cafarena del mismo color.

—Buenas noches Luka, pensé que no llegaría a venir. Aquí está la carta, puedes revisarla, hoy yo invito —respondí con una gran sonrisa en el rostro. Él rió por lo bajo, tapándose la boca con su manga. Y noté que también había cambiado el color de sus uñas: Plateado.

—Por supuesto que invitas, me debías una comida. Lo disfrutaré mucho —expresó con simpleza. Asentí un poco más tranquila. Los nervios estaban esfumándose a medida que el tiempo pasaba.

—¿Y cómo estás? No te veo hace unas semanas y parece que te han caído unos años encima, Marinette —continuó diciendo Luka, y no pudo haberlo dicho mejor. No tenía tanta confianza con él, pero lo que decía era verdad. Y es algo vergonzoso.

—Lo dices por las ojeras, ¿verdad? Estos días he estado bastante abrumada, a decir verdad. Necesitaba tomar un respiro de todo —me sinceré, tomando un sorbo de mi vaso de agua y desviando la mirada hacia otra dirección. Planeaba ir al baño... A maquillarme.

Luka no paró de hablar. —Hey, disculpa si te incomodé, no ha sido mi intención, solo que suelo ser un poco directo, a veces no me controlo con las palabras... Juleka, mi hermana, ya me lo ha dicho varias veces.

« Bueno, al menos lo reconoce. Eso está bien. »

—Está bien, no pasa nada. Al menos eres sincero y reconoces tus ¿"defectos"? Si podría llamar así a la sinceridad. Créeme que también lo soy, en otros aspectos. ¿Cómo haz estado tú? —pregunté ahora yo intentando desviar el tema.

Él sonrió ladinamente para nuevamente revisar la carta del restaurante e inmediatamente llamar a un mozo, quien expectante, esperó a que Luka le dijera su orden. —Buenas noches, deseo un quiché de espinaca, por favor. Y para la señorita... —volteó hacia mí, esperando una respuesta pronta. Me tomó por sorpresa su rápido actuar.

—Una hamburguesa de res, por favor —expresé. Hoy quería cumplirme un capricho que hace mucho tenía en la lista, solo que por falta de tiempo, no podía darse.

Y así como rápido vino, el mozo se retiró.

Luka suspiró tranquilo, fijando su mirada en mí después que el joven se diera la vuelta. —Ahora sí, ¿en qué estábamos? Ah, que cómo estaba yo. Estoy muy bien, Marinette. Como ves, acabo de retocar mi tinte de cabello, aunque es una lástima que para el papel que estoy interpretando actualmente tenga que usar peluca. Me hubiera gustado que dejasen a mi personaje con cabello azul.

« Él habla tan... Al aire » pensé.

—Me alegro por ti, Luka. Es bueno saber que todo va bien contigo. Si algo puedo admirar de ti es siempre ser optimista a pesar de que la situación no esté yendo por buen camino —me sinceré, mientras apoyaba mi mentón en mis brazos—. Me vendría bien que me dones un poco de tu optimismo.

« Y sí que lo necesito ».

—Pensé que todo estaba bien contigo, pero parece que no del todo. ¿Quieres compartirlo conmigo?

« ¿Debería? Tal vez de manera trivial... »

Tomé aire y me dispuse a hablar, cuando el mismo mozo de hace un par de minutos se aproximó a dejar en la mesa los cubiertos. Agradecí.

—Bueno, ¿alguna vez te ha pasado que tienes que hacer algo muy bien con una fecha límite pero por más que estas esforzándote en que eso salga bien, no lo hace? —solté, para después acomodarme en mi asiento, relajando mi espalda.

Luka alzó las cejas y se relajó también. —Entiendo, tienes un bloqueo mental. Por como planteas la situación, parece que tienes mucha presión y estrés de por medio, Marinette. También he pasado por eso, por lo que empatizo completamente contigo.

« Bien, Luka, agradezco tu entendimiento... Pero ahora dime qué podría hacer. »

—Si algo puedo aconsejarte desde mi perspectiva de una persona medianamente "conocida" con bastante estrés y exigencia de por medio, es que no veas la situación desde el final, es decir desde a lo que debes llegar —hizo una pausa para tomar un sorbo de agua, y yo volví a colocar mi mentón sobre mis manos en señal de estar escuchando su mensaje—. De por sí, sabes que lo vas a hacer, pero no te autoexigas demasiado a llegar a esa expectativa, porque créeme, a veces el producto no sale como tanto lo esperabas.

—Disfruta el proceso, por más tedioso que este parezca, confía en ti y tus habilidades y fluye. Es lo que puedo recomendarte.

« Oh, vaya. »

« No había visto esta tediosa situación desde tal perspectiva ».

—Wow, muchas gracias, Luka —tendí a decir casi por instinto. Sus palabras podrían sonar obvias, pero entre tanta tormenta que había pasado los últimos días es lo que necesitaba escuchar.

—No hay de qué Marinette, espero puedan servirte las palabras que a mí también me dijeron en su momento. Sé que suena fácil de hacer, pero soy consciente que cada situación es distinta. Realmente espero la tuya mejore, y sé que lo hará —culminó para hacer una seña de "like" con su mano derecha.

—A ti, Luka. Créeme que pondré en práctica tu consejo, gracias por darte el tiempo de escucharme —le brindé una sonrisa de agradecimiento.

Sí, este chico definitivamente sabe distinguir lo bueno de lo malo. Estoy agradecida con el universo de haberlo conocido.

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⏰ Última actualización: Jun 27 ⏰

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一 AGAIN YOU 。( miraculous / adrinette )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora