━━ ◜◌。꒰ MIRACULOUS ꒱
❝ Los años pasan, y los superhéroes también. ❜❜
Marinette Dupain-Cheng es una joven y exitosa escritora amante de la ficción, misma que vivió durante sus años de adolescencia. Por otro lado, Adrien Agreste es un actor bastante...
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❝ Nuevas experiencias. ❜❜
Las cámaras esperaban a los exteriores del museo de Grévin.
Marinette había llegado sin más que su atuendo, invitación, y pertenencias personales.
Sabía que no podría pasar desapercibida, pero tampoco sabía cómo actuar frente a aquella luz blanca.
Si algo había conversado con la editorial de manera improvisada, era que pronto empezaría a tener una representante, ya que era posible que después de esta aparición pública, Marinette inicie a ganar popularidad.
Sin más, bajó de su auto después de aparcarlo en un estacionamiento cercano.
Al estar algo perdida y sin saber qué hacer, se le aproximó una joven del staff y la guió hacia la pequeña alfombra armada en la entrada del lugar.
« ¿Es en serio lo de la alfombra? ». Pensó.
E inició a dar paso tranquilo por medio de ella dejándose llevar por las cámaras y sonriendo amablemente a algunas de ellas de manera confiada, pues Alya le había dicho que ella sería la única reportera en el evento... Pero al parecer se equivocó.
Entretanto, y casi al final de la caminata, se aproximó a Marinette, una joven de ojos verdes y cabello marrón que sostenía un micrófono en sus manos, y casi tomándola por sorpresa, le habló.
—¡Y aquí tenemos a Marinette Dupain-Cheng, una escritora tan prometedora con todas las cualidades de poder ser la próxima influencer! Claro, si deja de temerle tanto a la prensa... —dijo a la cámara que apuntaba a ella con una sonrisa en el rostro—. ¿Es eso cierto, Marinette? —le cuestionó.
—¿Ah? —respondió la mencionada, casi sin comprender lo recién oído—. Disculpa, creo que no entendí tu pregunta...
—¿Es cierto que le temes a la prensa y sólo estás utilizando este evento para volverte más famosa? Es lo que dicen en las redes... —repitió con tono inocente ahora añadiendo la segunda pregunta.
—¡¿Qué?! ¿De dónde se les ocurre sacar esas preguntas fuera de lugar? ¡Eso no es cierto, para nada! —exclamó Marinette al micrófono casi botando humo por las orejas. Ya estaba empezando a perder la paciencia.
Y Alya se había equivocado.
—Pero, querida, no tienes por qué exaltarte tanto si el rumor no es cierto... Hahahaha —rió la reportera—. Nuestros amigos de la prensa sólo queremos saber la verdad, a menos que estés mintiendo —cambió su tono de voz, mirando fijamente a la escritora.
Marinette no cambiaba la expresión de molestia en su rostro, mirándola igual, de manera desafiante. —¡Argh, pero ya te dije que no es verdad! Ustedes solo saben crear mentir-...
—Marinette, creo que deberíamos entrar, hace frío aquí afuera —le interrumpió alguien alguien más sonriendo de manera tranquila, posando un brazo en el hombro descubierto de la joven, quien ladeó la cabeza al sentir aquel toque en su piel.
