Capítulo 27: Rastreo

1.8K 149 86
                                    

T/n Hargreeves

Estoy caminado sin rumbo prácticamente, sabía muy bien que no me iría a ver con ningún chico así que no tengo prisa.

Klaus me sugirió que besara a otro chico frente a Five, pensando que eso lo pondría celoso.

Para empezar, Klaus ve muchas películas por lo que sus ideas son un poco estúpidas, y segundo, nunca en mi vida me he besado con alguien, por lo que preferiría dar mi primer beso con un chico que me guste.

Y si es con Five mejor, ¿no?

De hecho, recuerdo que hace tiempo quien me gustaba era Diego, pero dejó de gustarme cuando Ben me contó que Diego usaba los mismos calcetines durante toda la semana.

Es increíble cómo, a lo largo de nuestras vidas, podemos enamorarnos de distintas personas y desarrollar el mismo sentimiento de amor, cada uno adaptándose a las condiciones que se necesitan para ser amado, ¿verdad?

Al final de cuentas me he decidido por ir a la tienda de donas. Cuando ingresé me ha desconcertado un poco el hecho de que el lugar luzca distinto, pero después recordé que hemos viajado en el tiempo por lo que agradezco que Griddy's Doughnuts aún exista.

El lugar está vacío, al parecer su tiempo de fama ya pasó.

Me acomodo en uno de esos taburetes altos y pido algunas donas. Aún recuerdo cómo solíamos escaparnos con mis hermanos para comer donas hasta sentir que íbamos a reventar.

Estoy a punto de darle un segundo mordisco a una de las donas cuando una voz me hace saltar del susto.

—Hola T/n —me dice Five sentándose a mi lado.

—Idiota, me asustas. —le reclamo. —¿Qué rayos haces aquí?

—Vine a pedirme un café, ¿hay algo raro en eso? —me responde.

—Pudiste haberte preparado uno en la academia, ¿acaso me estás siguiendo? —le pregunto.

—Siempre vengo a este lugar, el que estés aquí me sorprendió.

—Ajá, mentiroso. —digo.

—La única mentirosa eres tú, pensé que estarías con tu amigo. —me dice.

—Ah... en realidad, lo estoy esperando. Además, ¿a ti qué te importa? —contesté, soy muy mala mintiendo y espero que no lo note.

—Mientes. —me dice.

—No miento.

—Si lo haces.

—Que no estoy mintiendo. —le digo molesta.

—Créeme, podría esperar sentado aquí durante horas esperando a tu dichoso amigo. —me reta.

—Por mi no hay problema. —le digo.

Hay veces en los que no te soporto Five.

—¿Y por qué pides comida antes de encontrarte con tu amigo? ¿Eh? —me pregunta con una ceja levantada y luego pasa su dedo pulgar por mi mejilla, probablemente para limpiar alguna mancha.

Cuando como casi siempre suelo mancharme la boca o la ropa, una de dos.

—No me toques. Déjame en paz. —le digo mientras tomo mi silla y la muevo para alejarme de Five.

Ahora tenía que ver la forma para deshacerme de él y no quedar como una mentirosa.

—Lo siento por la demora. —se acerca a decir la señora que atiende. —¿Qué va a querer el chico?

—El chico quiere café... negro. —dice Five para después mostrar una espeluznante sonrisa.

Five me mira y acerca su silla hasta la mía.

Te necesito más que a mi café || Five y T/nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora