II.

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—Lamentó llegar tarde— Informa un hombre de estatura pequeña y pelo castaño.

—Jae ella es la nueva fisioterapeuta.

—¿Qué sucedió con el anterior?.

—Olvidas qué dijiste qué no te agradaba y los golpeaste.

—¿Fue así?;Qué lástima .

Ante la atenta mirada del hombre de gran estatura me removí incómoda hacer contacto visual con las personas no se me da nada bien.

—Hey tú sígueme— Salgo de mis pensamiento ante el tono de voz de aquel hombre.

—¿Qué te sucede?, Mi nombre no es hey tú —Contesto irritada.

—Me gustaría qué no haya disputas entre nosotros señor Joo así qué por favor absténgase de hablar así —
El solo me mira fijamente cómo si eso le dará poder para ver a través de mi, lo cuál es ridiculo.

El camino hacia una pequeña sala de terapias es silencioso en cuánto llegamos cierra la puerta yo dejo mis cosas de lado al voltearme me doy cuenta qué se está sacando la camisa ¡Santa Virgen de todo lo impuro y sucio! .

—¿Puede proceder sin camisa, se acaba de empapar toda de sudor?— Pregunta a lo cuál asiento.

—¿Dígame señor Joo algún lugar en especial qué le lastime?.

—¿Por qué no lo averiguas tú?— Comenta y me da una sonrisa coqueta.

—Claro— Comienzo hace la sesión estirando los miembros superiores y palpándolos en algún momento me dirijo así sus hombros los cuales se encuentran tensos así qué masajeo y trato de liberar tensión.

—¿Cuántos años tiene Doctora?— Pregunta repentinamente a lo cuál hace qué dirija mi rostro hacia el.

—Tengo 24 señor Joo— continuo masajeando

—No parece coreana, ¿Es usted extranjera?— Vuelve a preguntar,continuó masajeando ahora es su pierna derecha .

—Soy latina, es por ello qué no me les parezco a las mujeres de aquí— Termino de explicar al momento de terminar de hablar masajeo bien su pierna lo cuál hace qué sienta un una tercera pierna, oh oh oh .

—Lo lamento— Hago una pequeña reverencia ante el.

—Yo no lo lamento — Comenta levantándose y moviendo sus extremidades .

—Me tengo qué ir, fue un placer a tenderlo señor Joo — Salgo rápidamente de ese lugar estoy llegando tarde a casa y eso a Circe no le gustará mucho menos a Zeus .

Salvatore.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora