III.

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  Jaekyung.

El entrenamiento en el gimnasio es un tanto estresante a lo cuál se necesita tener demasiada fuerza de voluntad para terminarlo.

Mis ojos topan con un cuerpo de estatura un tanto pequeña diría yo qué mide 1.56, parece distraída la ignoro hasta qué siento cómo chocan contra mi espalda y me giro para toparme con esa pequeña mujercilla .

—Buenos días— Hace una pequeña diferencia ante mi —Soy ___ la nueva fisioterapeuta,un gusto.

Namwook me explico por qué había una nueva terapeuta y bla,bla bla

—Hey tú sígueme —Me dirijo a la mujercilla frente a mi, la cuál solo me mira molesta .

—¿Qué te sucede?,Mi nombre no es hey tú—Espeta molesta.

—Me gustaría qué no hubiera disputas entre nosotros señor Joo así qué absténgase de hablar así—La miro directamente intentando descifrar cómo una mujer tan pequeña puede ser así.

El camino hacia la pequeña sala de terapias es silencioso, entro después de ella fijándome qué tiene un buen cuerpo y piel canela qué se mira suave un rostro demasiado bello cuándo pasó cerca de mi pude percibir un delicioso aroma cómo cereza,cierro la puerta tras de mi quitándome la camisa qué está papada de sudor y me recuesto en la camilla .

—¿Algún lugar en especial qué le moleste?—Pregunta mientras vacía algunos aceites sobre sus manos

—¿Por qué no lo averiguas tú —Le doy un tono coqueto.

—Claro —Comienza con la terapia cómo es debido y hay algo en mi mente qué máquina una y otra vez.

—¿Cuántos años tiene doctora?— Preguntó no se ve qué pase más allá de los 22 años aún qué sus rasgos no parecen asiáticos.

—Tengo 24 señor Joo—Continúa con los masajes.

—No parece usted coreana, ¿Es extranjera ?—Pregunto nuevamente.

—Soy latina por eso no me le parezco a las mujeres de aquí—Comenta terminando de masajear mi pierna, ahora tocando mi entrepierna a lo qué me sobresalto.

—Lo lamento —Explica mientras hace una pequeña reverencia.

—Yo no lo lamento—Comentó moviendo mis extremidades y levantándome .

—Me tengo qué ir, fue un placer señor Joo— Sale rápidamente a lo qué me quedo viéndola con una pequeña sonrisa en el rostro, creo qué tengo una nueva obsesión.

Salvatore.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora