Salvatore.

XII.

____.

Estoy justo enfrente del departamento de Jae esta noche me sito diciéndome qué mañana es su pelea la cual es muy importante para él y necesita tener sexo, al abrirme la puerta me recibe con una sonrisa y un tierno beso mis sentimientos no son confusos sé qué lo quiero pero, mi pasado no me permite acercarme del todo.

—Buenas noches hermosa.

—Buenas noche Jae.

—¿Pasa quieres algo de beber?, ¿Necesitas una ducha? Dímelo, dime cuál es tú capricho cuéntame de aquel fetiche que jamás has revelado, arrástrame al placer, la lujuria, la lascivia y el deseo qué desatas en mi —Me mira directamente a los ojos y sé qué el no miente al decirme todo eso.

—Estoy bien tranquilo pero dime Jae, estarás dispuesto a ponerte a mis pies esta noche demostrarme qué serás el hombre qué descubrirá cada uno de mis secretos,¿Estás dispuesto a ir al infierno y regresar por mí?, ¿Asesinarías por mi?, ¿Dime qué estás dispuesto hacer por mi Jae?—

Lo qué veo me deja sin palabras el arrodillándose ante mi.

—Estoy dispuesto a poner el mundo la galaxia ante ti, estoy dispuesto a dar mi vida por ti eres la única persona qué puede joderme así qué hazlo, déjame demostrar mi lealtad ante ti pero,Si me pides amor el mundo ardera por qué de otra forma no se querer, así qué pídeme el mundo entero y será tuyo — Habla en un tono de voy firme, lo primero que hago es dejar mis cosas aún lado y tirarme directamente en sus brazos para quedar sobre de él me mira y lo beso, un beso qué me desenvuélvele haciéndome entender qué finalmente estoy a sus pies.

—Entonces hazme tuya esta noche y las demás mi salvatore .— me sonríe y directamente me besa me levanta para llevarme a su habitación la cuál me recuesta y ponerse sobre mí comenzando a masajear mi cuerpo dándome leves besos sobre toda la cara.

— Te miras hermosa esta noche La mia bellissima farfalla — Me sorprendo por sus palabras en italiano y sonrió para volver  a besarlo y despojarme de mi ropa a lo cuál el sonríe admirando mi cuerpo, me acerco a él para quedar sobre el.

—Follame Jae, hazlo papi, y demuéstrame cuánto me odias — Mis palabras parecen desconcertarlo

—No logre entender esa palabra, pero ¿Cómo podría odiarte cuándo desde el primer momento te he pertenecido?— Sonrió antes sus palabras y comienza a entrar en mi lento, al acostumbrarme me muevo el sonríe y comienza a penetrarme con más fuerza coloca mi pierna sobre su hombro izquierdo a lo qué le da más facilidad de entrar, al terminar me dedica unas palabras de qué desconciertan.

—Los ojos no mienten hermosa ____, mis ojos demuestran cuánto te amo, es poco el tiempo qué nos conocemos lo sé pero siento algo muy grande por ti.

—Creí qué tal vez estabas confundió— Admito asombrada, se acerca para abrazarme.

—Yo lo creía así pero, entre tantas personas y almas en el mundo te vine a encontrar fuiste luna en mi atardecer , y quedó perdido en tus bellos ojos, desearía ser aire para qué me respires para siempre.

—Creo qué te amo Jae — Sonríe para abrazarme con más intensidad y sonrió ante eso admiro su rostro el eco del mas retumba en sus bellos ojos y esa bella sonrisa sin perder tiempo quedó dormida en sus fuertes brazos suspirando su aroma.