†∘˙ 𝐀𝐏𝐎𝐂𝐀𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐒 𝐙𝐄𝐑𝐎: 𝐋𝐚 𝐁𝐚𝐬𝐞

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En ese momento, ya no era Hanbin el que estaba a punto de perder la paciencia, joder, parecía que hasta Taerae, Jiwoong y Jongwoo estaban a punto de salirse de sus putas casillas. Resulta que juntar a Matthew con los menores de la manada era un tema complicado y ruidoso, ¡malditamente ruidoso! Habían pasado ya unas horas desde que Jiwoong llegó y ya sabía cómo eran las personalidades de cada uno y que pasaba cuando se juntaban. Pero lo que nunca, jodidamente nunca, se le ocurrió fue que Matthew fuera parte de ese caos.

Ahora, déjame decirte algo, la personalidad de Matthew era de las más jodidas de entender. Era como un huracán de emociones y explosiones de energía, y cuando se unía con los otros remilgados de la manada… ¡diablos! Era como prender una cerilla en un pajar seco. Todo se convertía en un desmadre total.

Lo peor de todo es que Matthew parecía disfrutar de toda esta maldita joda. No, no solamente disfrutar, ¡mierda! Es que parecía que se recargaba con todo este ruido y desorden. ¿Quién se recarga con el caos, eh?

—¡Eh, chicos!— soltó Zhanghao, harto de tanto jaleo. Zhanghao es de esos omegas con los que cualquier alfa, omega, beta o lo que sea, se sentía cómodo. Tiene esa aura de madre cariñosa, pero no se dejen engañar, porque según Hanbin, ese omega podía ser todo lo contrario cuando se le cruzaban los cables.

—Ups, perdón — balbuceó Yujin, el Omega menor.

—¿Por qué no dejan de joder de una puta vez y se ponen a empacar todo para salir de una buena vez? — suguirió Zhanghao, acercándose a Hanbin y dándole un toquecito en el pecho para que se calmara y el estaba calmado, aunque a juzgar por su cara, estaba todo menos relajado.

—Hyung —llamó la atención Ricky—, ¿cuánto podemos cargar? —Cuando Ricky hablaba en coreano, a veces Zhanghao le pedía que le hablara en chino porque no entendía ni mierda con su tono de voz bajo y su pronunciación un poco jodida—. Quiero decir... ¿qué debemos llevar?

—Lleva lo que quieras... —interrumpió Gyuvin—, después de todo no podemos llevarnos toda esta maldita base, así que agarra lo necesario. —Gunwook levantó la ceja ante las palabras de Gyuvin porque nunca lo había oído hablar tan tranquilamente y sin tener que gritar.

Ricky miró a Zhanghao, esperando su respuesta, sin prestar atención a Gyuvin, quien se estaba desahogando con algunas palabrotas por ser completamente ignorado por el omega. Zhanghao simplemente asintió sin más, dándole la razón a Gyuvin, quien sonrió triunfante hacia Ricky, dejando al otro con la boca abierta de sorpresa por lo que acababa de suceder.

Jiwoong, por su parte, estaba en un rincón observando atentamente la escena. Pensaba que esos chicos eran tan impredecibles en todo lo que hacían.

Sin embargo, su mirada se apartó de ellos y cayó en Matthew. Solo llevaba unas horas en aquel lugar, pero aquel omega lo tenía completamente cautivado. Jiwoong pensó por un momento que quizás era por su olor, tal vez estaba a punto de entrar en celo o algo por el estilo, porque realmente le encantaba ese aroma. Saber que Matthew era el portador de tan delicioso aroma lo tenía inquieto y desconcertado.

Aunque su lobo se encontraba inquieto desde que conoció a Matthew, Jiwoong sabía que no debía ilusionarse. Después de todo, apenas lo conocía y habían tenido un encuentro poco agradable unas horas antes, en el que casi le cortan el cuello. Reconocía que no era una base sólida para construir alguna conexión significativa, por lo que intentaba controlar sus emociones y no hacerse falsas esperanzas.

— Deja de estarle echando ojitos— Jiwoong se tensó al escuchar la voz de alguien a su lado, pero no recordaba su nombre. — Parece que te lo quieres follar con la mirada. — Jiwoong negó rotundamente, a punto de responder, pero el chico se adelantó. — Creo que no me presenté, me llamo Jay.