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— Zhanghao — susurró Hanbin acercándose a Zhanghao, quien estaba  tirado en una camilla al lado de Ricky y Gunwook, mientras este último sostenía la mano de Yujin.

De repente, una Beta se acercó a Zhanghao con un alfa a su lado. Automáticamente, Hanbin soltó un maldito gruñido lleno de rabia al ver que se atrevían a tocar a su Omega.

Zhanghao abrió los ojos con una muy notable mueca de dolor. Taerae, Gunwook y Yujin se quedaron con los ojos como platos, mientras Ricky se pegaba más a Gyuvin al escuchar el gruñido. En ese momento, Jiwoong se removió, molesto porque Hanbin estaba armando un escándalo y no lo dejaba descansar.

— Perdón —susurró Hanbin, sintiendo una mezcla de culpa y frustración por su reacción anterior. Regañó a su lado interior por no controlar sus instintos y ser tan impulsivo.

— Solo vamos a revisarlo —dijo la chica, tratando de calmar la situación. Pero Hanbin no podía evitar sentir un gruñido amenazante en su pecho cuando el alfa volvió a tocar el brazo de Zhanghao.

— Maldita sea, cálmate —le dijo a su alfa a través de sus dientes apretados, sin entender por qué su lobo estaba actuando de manera tan posesiva y protectora con Zhanghao. Solo era una revisión médica, no había motivo para tanto alboroto.

— Está bien... me alejo —dijo el alfa finalmente, evidentemente incomodado por la actitud de Hanbin. En ese momento, el lobo de Hanbin pareció relajarse, como si haber alejado al chico de Zhanghao fuera una victoria para él.

Hanbin se disculpó de nuevo, dirigiendo toda su atención a Zhanghao. Estaba decidido a permanecer atento durante todo el proceso, observando cada detalle y movimiento que la chica hacían en la camilla donde yacía su Omega. Sentía una mezcla de preocupación y ansiedad, deseando que todo saliera bien y que Zhanghao se recuperara pronto.

El chico, al que su alfa le gruñó, se encargaba de los demás. Parecía haber adoptado una actitud amigable después de todo lo sucedido. Hanbin se sorprendió gratamente cuando les sirvieron comida, fresca y en perfecto estado. Hacía mucho tiempo que no probaban algo así, sin fecha de vencimiento cercana.

— Está delicioso —dijo Gyuvin con una sonrisa de satisfacción mientras disfrutaba de su comida—. Prueba, Ricky.

Hanbin adoraba esos momentos, aunque no lo expresaba en voz alta. Valoraba enormemente cómo todos ellos se cuidaban y se apoyaban mutuamente en esta dura realidad en la que vivían. Se sentía agradecido por tener a estas personas a su lado, dispuestas a ayudar y ser una familia para él.

—¡Eres un maricón! — soltó Gyuvin mientras se atragantaba con lo que estaba comiendo, riéndose sin compasión con Ricky. En ese momento, Jiwoong era el blanco de las burlas, ya que le estaban poniendo una vacuna en el brazo.

Todos sabían perfectamente para qué servía aquella vacuna, pero a Hanbin le pareció tan gracioso que no pudo evitar liberar una carcajada. Jiwoong, en un acto de total debilidad, cerró los ojos como si fuera un bebé y comenzó a maldecir y luchar para evitar la aguja. Era como ver a un niño pequeño temblando de miedo ante algo tan insignificante.

La verdad es que Jiwoong se veía ridículo, intentando escapar de la aguja como si fuera la mismísima muerte.

— Señor Sung — algo que Hanbin odiaba era que le dijeran así, pero bueno. La chica se acercó a él para contarle cómo estaba Zhanghao.

— ¿es grave? — Preguntó Hanbin ansioso por saber qué le pasaba, mientras notaba las sonrisas burlonas de todos a su alrededor, lo que solo lo confundió más. — Zhanghao...

— No pasa nada, está bien... Solo está esta cansado por todo el esfuerzo físico que hizo — Hanbin suspiró — y más si está en embarazo.

†∘˙ 𝐀𝐏𝐎𝐂𝐀𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐒 𝐙𝐄𝐑𝐎: 𝐋𝐚 𝐁𝐚𝐬𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora