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El ambiente era oscuro y angustiante. El sonido de los gruñidos guturales de los zombies resonaba en el aire, creando una melodía macabra. Hanbin sostuvo su arma con firmeza, sintiendo el peso de la responsabilidad que recaía sobre sus hombros. Cada paso era una lucha entre la vida y la muerte, y podía sentir el miedo latente en cada fibra de su ser.

Zhanghao, por su parte, apretó los labios con fuerza, reflejando su determinación y temor. Sus ojos se clavaron en el horizonte, donde las sombras se movían con una ferocidad espeluznante. Levantó su arma, preparado para enfrentarse a la horda de criaturas hambrientas que se acercaban. La adrenalina inundaba su cuerpo y, a pesar de sus esfuerzos por mantener su fuerza , la cual era poca, no podía evitar que su mano temblara levemente.

Gyuvin buscó a Yujin con la mirada, necesitando asegurarse de que estuviera a salvo. Sus ojos se encontraron, y una mezcla de alivio y preocupación se reflejó en su mirada. Sabía que la confianza en sus manos era vital en ese momento, ya que cada disparo y cada movimiento podían decidir su destino. Volvió su mirada hacia Ricky, a su lado, quien respiraba agitadamente, evidenciando el miedo que los consumía a todos.

Los recuerdos de situaciones similares invadieron la mente de Gyuvin, recordándole que habían pasado por momentos parecidos a este. Sin embargo, la preocupación principal no era la cantidad de zombies, sino la posibilidad de perder a alguien. Era ese miedo a la pérdida, a la impotencia de no saber si lograrían sobrevivir, y si lo hacían, el recuerdo de los que perdieron se quedaría con ellos.

Jongwoo se encontraba en shock cuando apretó el gatillo de su arma y el sonido ensordecedor del disparo rompió el silencio de la noche. El eco retumbó a través de los callejones oscuros y los zombies se giraron instintivamente hacia el ruido. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jongwoo mientras observaba cómo la bala se incrustaba directamente en la cabeza de la criatura más cercana, haciendo que esta cayera al suelo sin vida. Un hilo de sangre roja y viscosa brotó de la herida y manchó el pavimento desgastado.

Sin embargo, el sonido del disparo fue como una señal de alarma para el resto de los muertos vivientes. De repente, se desató un caos frenético, con zombies chocando contra los muros de los edificios y arrastrando sus pies podridos hacia el grupo. Los gruñidos se hicieron más fuertes, llenando el aire con su tono gutural y amenazador.

Zhanghao se arrodilló rápidamente en el suelo, apuntando su rifle con un nivel de precisión asombroso. A través del zoom de su mira telescopica, observó que los ojos muertos de los zombies se volvían hacia él y sintió una oleada de miedo invadir cada fibra de su ser. Sus dedos jugaron suavemente con el gatillo, mientras trataba de mantener el control y disparar sin vacilar.

Mientras tanto, Jay y Gunwook parecían estar disfrutando de la situación, riendo ante el peligro inminente. Sus rostros rebosaban una mezcla de adrenalina y locura, como si fueran insensibles al pavoroso panorama que los rodeaba. Parecían encontrar placer en el juego mortal que estaban a punto de jugar.

— Maldita sea, ha llegado el momento de que toda esa maldita práctica que hemos tenido sirva de algo. No podemos seguir jugando con esto, nos estamos enfrentando a una jodida batalla por nuestras malditas vidas... ¡Kim Gyuvin! — gritó Hanbin

— ¡Mierda, Gyuvin! ¿Cuántas putas veces tengo que decirte que apuntes bien antes de jalar el maldito gatillo? — Dijo Matthew, colocando a Yujin entre el Y Jiwoong. Ante el grito de Hanbin y el regaño de Matthew, Gyuvin simplemente sonrió y recargó su arma, colocándose al lado de Ricky sin decir una palabra.

Con asombro, Jay exclamó: — ¡Jiwoong, eres increíble!— Mientras Jiwoong seguía derribando a cada uno de los zombies delante de él. Sorprendido por su habilidad, Jay no pudo evitar preguntar: — Oye, Jiwoong, ¿alguna vez fuiste militar o algo por el estilo?— Jiwoong se giró brevemente para mirarlo y respondió con una sonrisa:

†∘˙ 𝐀𝐏𝐎𝐂𝐀𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐒 𝐙𝐄𝐑𝐎: 𝐋𝐚 𝐁𝐚𝐬𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora