†∘˙ 𝐀𝐏𝐎𝐂𝐀𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐒 𝐙𝐄𝐑𝐎: 𝐋𝐚 𝐁𝐚𝐬𝐞

0'8

Dentro de la oscuridad nocturna, Jay repetía una y otra vez:

— Demonios, maldito ser de mier...— esas palabras inquietantes. Hanbin, cansado y agotado, deseaba que su compañero guardara silencio.

— Jay, por el amor de Dios, deja de repetir esa mierda — dijo Hanbin con voz agotada mientras se frotaba las sienes.

— Pero es emocionante, Hanbin. La noche es el momento en que todo se vuelve más intrigante y aterrador. Me encanta sentir esa sensación de peligro en el ambiente — respondió Jay con una sonrisa siniestra.

Hanbin suspiró frustrado, no entendiendo cómo su amigo podía encontrar emoción en la oscuridad y el miedo.

— Bueno, a mí me encantaría encontrar una jodida manera de dormir un poco. ¿Podrías guardar tus emociones tenebrosas para otro momento? — pidió Hanbin mientras se acurrucaba al lado de Zhanghao. — ¿vas a invocar a algún maldito demonio acaso?

Jay soltó una risa diabólica y continuó murmurando sobre los demonios en voz baja, lo que hizo que Hanbin suspirara de resignación y rogara al universo que anocheciera pronto.

Lo observaba de reojo, intentando tapar sus oídos para evitar escucharlo. Aunque no entendía del todo las razones detrás de ese comportamiento, sabía que Jay no descansaba por temor a perderse algo mientras estuviera dormido, o tal vez caminaba durante todo el día, incapaz de encontrar la paz que tanto necesitaba. Era una situación perfecta para el insomnio.

Zhanghao abrió lentamente los ojos al sentir a Hanbin moverse y levantarse a su lado. Parpadeó, sintiéndose aún cansado, y observó a Hanbin, quien estaba en silencio amarrando sus botas. Hao miró atentamente al alfa, recordando las preocupaciones que habían surgido con respecto a Taerae y Ricky. Sabía que no debía abrumarse por eso, pero resultaba difícil no dejarse llevar por la preocupación.

Hao llevó su mirada por toda la habitación, observando a los demás chicos mientras aún se encontraban dormidos. Una sonrisa se formó en sus labios al ver la posición en la que Ricky estaba durmiendo, completamente encima de Gyuvin. Era evidente que el alfa se sentía incómodo, al tener que soportar todo el peso de Ricky, pero aún así no decía nada ni se molestaba por despertarlo.

La voz de Hanbin a su lado llamó la atención de Zhanghao.

— Hao, ¿Estás bien?, ¿Necesitas algo?— negó con la cabeza suavemente, indicando que no necesitaba nada en ese momento. Luego, se recostó contra la pared detrás de él, recogiendo sus piernas y abrazándolas.

Hanbin sonrió al ver la postura cómoda de Hao y terminó de amarrar sus botas antes de acomodar su ropa. La serenidad y la calma que Sung emanaba le ayudaban a Zhang a sentirse más tranquilo y seguro.

Sung, Seok, y Jay se pusieron manos a la obra para despertar al resto del grupo, pero la participación especial de Jay y su voz chillona y fuerte parecía facilitarles el trabajo a los demás. Mientras los demás miembros del grupo empezaban a abrir los ojos y a levantarse, Zhanghao, quien ya estaba despierto, se encontraba a un lado observando a los chicos con una sonrisa burlona en el rostro. Parecía divertirse viendo cómo Jay lograba sacudir a todos de su sueño de una forma tan enérgica y eficiente.

para continuar con su misión. Sin embargo, Hanbin podía notar que algo no estaba bien con Matthew. Su actitud indiferente y la forma en que movió los hombros al ser preguntado sobre si habían recogido algo, le hacían sospechar que algo no estaba saliendo como habían planeado.

Sin perder más tiempo, Hanbin decidió dejar de lado sus preocupaciones y concentrarse en el objetivo principal: ayudar a Hao a ponerse de pie y asegurarse de que estuviera en condiciones de seguir adelante. Tomándolo del brazo, le ofreció su mano para que se apoyara y pudiera tener más estabilidad. Hao, agradecido por la ayuda, asintió con la cabeza y se puso de pie con esfuerzo.