☾︎••𝙴𝚃𝙴𝚁𝙽𝙾𝚂••☽︎~~~~~~☀︎︎~~~~~~
Los gritos del hombre hicieron que despertara de golpe,velozmente agarre mi pequeño bolso y mi lanza dispuesta a marcharme de la habitación que supuestamente había rentado.
Sin miedo me senté en el marco de la ventana que daba a la calle llena de puestos. Cuando iba a saltar, la puerta de madera se abrió de manera bruta mostrando a un hombre grande.
-Tú pequeña rata paga lo que debes!- Gritó el barbudo que se acercaba cada vez más,pero antes que pudiera hacer algo ya me había tirado por la ventana.
Me incorpore lo mejor que pude,enterré mi lanza al suelo y me apoye en ella tomando impulso para pararme y echar a correr, ya que los dos hombres que trabajan en el "hotel" me perseguían. Corrí lo mejor que pude, pidiendo perdón a las personas que me llevaba puesta.
La única opción que tenía para esconderme era entrar al único bar que encontré.
Al entrar acomode mi lanza detrás de mi espalda, pasando por la mesas que estaban los clientes,por lo que pude escuchar como un chico con sombrero de paja hablaba de infiltrarse a una base.
Me escondí detrás de una columna para recuperar el aire que perdí.
En eso escucho como una bandeja caía al suelo y como todos en el lugar guardaban silencio,dejando que una única voz se escuchara.
No me fue difícil saber de quién se trataba,asome mi cabeza para ver, y si había acertado.
El idiota del hijo de mano de hacha otra vez se hacía pasar como alguien importante. Cómo detestaba a ese tipo de mal corte y a su excéntrico padre, de igual forma el desprecio era mutuo, muchísimas veces me había librado de la marina.
Por lo que entendía una niña había tropezado con el marino y este se enfureció.
-Por qué no miras por donde vas mocosa estúpida- replicó el rubio
-Eh, Perdón.Lo siento señor - tartamudo la niña.
-Oh, lo siento señor-Se burló el rubio- para la próxima no seré amable.
En eso un chico con pelo verde y tres espadas recoge el plato del piso y come lo que el marino había pisado.
-Delicioso- Miró a la niña de dos colitas,y sin darme cuenta me saco una sonrisa- Disculpate con la niña -exigió
-No sabes quien soy?- Amenazó
Sin mucho interés lo miró de arriba a bajo
-Un estúpido marino con un espantoso corte- sin poder evitarlo solté una carcajada llamando la atención de los dos hombre, la mirada del espadachin me trajo una sensacion rara. Por lo que me volví a esconder.
El ruido de una espada saliendo de su funda me sorprendió,
-Yo no haría eso- advirtió el espadachín
El rubio pasó por alto las palabras del peliverde y se acercó a él dispuesto a confrontarlo, sin necesitar de sus katanas el espadachin lo desarmó con facilidad, para luego pelear con los demás marinos.
Sin darme cuenta los hombres que me perseguian habian entrado al bar.
-¡Ahí está!- Grito uno.
Ambos se diriguieron hacia mi,ágilmente de mi muslo saque uno de mis cuchillos lanzándolo al hombro del mas alto el retrosedio unos pasos.
Su compañero enojado me ataco con su espada, yo solo podía esquivar sus ataques hasta lograr sacar mi lanza.El palo de mi lanza detuvo a la espada que amenazaba en cortarme la cara,
El arma de mi enemigo quedo sobre el palo de la lanza. Por lo que llevé todo mi fuerza a los brazos para estirarlos y llevar las dos armas hacia arriba.Al ver como el estómago del contrario estaba desprotegido decidí darle una patada causado que retrosediera dejándome como ganadora.
Cuando estaba dispuesta a marcharme
Un hombre de la marina que había visto todo, se abalanzó encima de mi espalda tirándome al piso logrado bloquear mis brazos y encadenar mis manos por detrás de mi espalda.-No vas a librarte tan fácilmente esta vez- Dijo apretando mis muñecas, a lo que solté un gruñido.
Por lo visto el espadachín quería hablar con el padre del oxigenado por una suma de dinero por no haber matado a su primogénito. Y como me atraparon iría con ellos.
"Genial, una visita a don hachita"-pensé con burla para luego ser arrastrada a la oficina del capitán.
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𝙸𝙻
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𝑬𝑻𝑬𝑹𝑵𝑶𝑺/ 𝒁𝒐𝒓𝒐 𝑹𝒐𝒓𝒐𝒏𝒐𝒂
FanfictionEleftheria Alves nunca sintió preocupación o miedo menos soledad. Lo tenía todo en su isla Enaola, ahí estaba su familia sus amigos y sobre todo el mar. Ese color celeste que rodeaba lo que más queria. Pero 𝐍𝐚𝐝𝐚 fue como ella quería.