Un año más sin ti

3 1 0
                                    

Aquel momento en que te marchaste, algo dentro de mi se rompió,
dejando una herida interior tan grande,
que ninguna sutura es capaz de reparar.

Me parece irónico que hasta los cielos, muestren su tristeza y a nosotros nos obliguen a ocultarlo.
¿Porque no puedo llorar?
Si las nubes lloran al dejar salir todo el peso que cargan,
¿Quien dice que yo no puedo hacerlo?
¿Podría ilusionarme este otoño gris y pensar que regresaras a mi lado cuando comiencen a florecer las rosas?¿Cuando llegue la primavera cargada de esperanza y colores?
No, no puedo, porque te fuiste,
te fuiste en un viaje del que no puedes regresar, un viaje del que no regresarás y que yo, no pude hacer nada para evitar.
Y el dolor, el dolor de saberte ausente para siempre,
sigue latente en mi mente sin disminuir ni un poco.

Tu brillante sonrisa,
tus bromas,
tus chistes,
y el como me dejabas hacer contigo lo que se me viniera en gana.
¿Como olvidar eso?

Tu vos,
tu risa,
la magia que tenías para sacarme de quicio.
¿Que no llore y trate de olvidar eso?
No, yo no puedo, yo aún no te olvido,
yo aún tengo tu presencia en mi como el primer día en que mis ojos te vieron,
como el primer día en que te dije tío y vi como esos ojitos traviesos, se llenaban de luz.

Es tan duro saber que hace 3 años, que hoy hacen 3 años que tú, lucecita, te apagaste para siempre, y tengo tanto miedo.Miedo de que a medida que el cruel y embustero tiempo siga corriendo,
tu imagen en mi memoria, no se vuelva más que una foto borrosa y transparente,  temo que entonces, cuando llegue este día nuevamente y piense en ti, ya no recuerde como era tu carita.
Por eso, aunque otros escogerían olvidar,aunque otros me pidan que lo haga,  yo no puedo hacerlo, ¡ no quiero hacerlo!.

Cada 15 de octubre vuelves a mi, vuelvo a recordar las huellas tan bonitas que dejaste en mi vida,y no puedo hacer más que escribirte palabras que sé, que jamás vas a leer,  pero que esconden en ellas el afecto que tengo por ti.

Ojalá no te hubiera ido tan pronto,
ojalá aún estuvieras aquí,
cuanto desearía que tus ojitos,
no se hubieran cerrado nunca.

Y es que te extraño tanto que las palabras se me quedarían cortas para decirte, te quiero,
porque no serían suficientes para expresar, todo lo que siento desde que no estás.

Nunca, nunca comprendí la importancia del contacto humano, la importancia de los abrazos... hasta que ya no tuve los tuyos.

Me faltas y me falta un pedacito de mi corazón, te lo llevaste contigo.
Pero yo sé, sé que solo estás dormido y estoy aquí, estaré mientras duermes, y seguiré estando aquí, con los brazos abiertos, para recibirte cuando despiertes.

Entre Luces y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora