Quice jugar en la cuerda floja cuando mi cuerpo era de cristal, quice jugar sabiendo que no me podría sostener, que no tengo buen equilibrio, que nunca lo tendré.
Debajo de mi había una hoguera, y pensé que quizás, solo quizás, si llegaba a caer, me volvería más fuerte que el fuego moldearia mi cristal nuevamente como el día en que me crearon, así que seguí, quice intentarlo sin miedo a caer, porque no sabía que si lo hacía, me iba a romper.
Y si, me caí y también me rompí.
Me rompí sin hacer ruido, gritando y llorando por dentro, sin que mis ojos me delataran.Me rompí mientras sonreía por fuera, mientras portaba mi mejor vestido.
Me rompí pero mostré la mejor actitud, animaba y consolaba a otros que también estaban en el suelo.Me rompí mientras cargaba un maquillaje espectacular, mientras dejaba olor a perfume por donde pasaba, mientras me escuchaban cantar y bailar alegremente, mientras traía el cabello perfecto y publicaba fotos sonriendo.
Me rompí sin que nadie lo supiera, en completo silencio, en la ducha, apretando mi rostro en la almohada, en la soledad de mi habitación, buscando un refugio que jamás encontré, buscando un rincón de la casa para que nadie vea lo que es ver a esa mujer fuerte y valiente desmoronarse.
Estoy rota y nadie lo ha notado.
Quise correr, caminar, surcar nuevos mares, abrir las alas y tocar el cielo, quise sanar mis heridas, reconstruir mis cristales rotos, ¡soñé que podía hacerlo!, pero cuando abrí los ojos y alcé la mirada, resulta que seguía en el mismo lugar, en el mismo maldito lugar del que tanto deseo escapar..
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Entre Luces y Sombras
شِعرLuces y sombras habitan en nuestro interior. Forman parte de lo que somos, de lo que no queremos ser y de lo que puede que seamos. Estamos hechos de luces y de sombras y por eso mismo habrá partes de nosotros que no querremos aceptar. Sí, no será un...
