Tenemet Funter (Diaries of a dream)

Velvet Goldmine (1)

Hacia a penas un año que había venido a Londres.
Yo era de un pueblo pequeño en las afueras, de una familia humilde, ni madre es ama de casa y mi padre es distribuidor de productos alimenticios en mi pueblo.
Mi infancia, fue sencilla, pero feliz, hija única tenía cuanto se me antojase, por ello me salí con la mía, cuando, con mis buenas notas cambie, estudiar económicas por arte.
Tocaba la guitarra, hacia fotografías y me pasa e le día escribiendo, tocando, y diseñando ropa. Mi gran pasión, la moda.
Soñaba con irme a Londres, y tenía grandes expectativas.
Quería triunfar con mis diseños, codearme con Gente de la moda, conocer músicos y gente del arte...
Se que empezaría poco a poco, pero llegaría lejos... Era ambiciosa, muy ambiciosa.
Mas como he comentado, mis padres son humildes, podrían darme algún dinero, pero mas allá de mis estudios, no daban para mas.
Así que trabaje todo el verano en el pub del pueblo, de camarera, y ahorre todo el dinero que pude.
Me matricule a distancia en el Imperial Royal of Art, y por ahora, viviría en la aburrida residencia de la universidad. Tiene mas restricciones, toque de queda y millones de normas( que se sortean como se puede), pero es gratuita el primer año de estudios, y esta cercana. En cuanto consiga otro trabajo mejor allí, y más dinero, me mudare a un piso compartido.
Así que aquí estoy, en un tren camino a Londres.
Me despedí de mis padres, con la promesa de llamar cuando llegue a la residencia, salí de casa vestida con unos pantalones de campana, denim, una camiseta de manga negra de algodón, corta, por encima de la cintura, con la portada de Electric Ladyland de Jimmy Hendrix estampada en ella.
Un fur de pelo de color rosa, parecía un flamenco, y me encantaba!
Llevaba un bolso de piel negro, tipo bolsa colgado a un hombro, con mis cosas, en el que había metido un paquete de cigarrillos, cuantas veces me había dicho mi madre que dejase de fumar, mi padre, obviamente no lo sabia.
Llevaba un par de maletas, no muy grandes, mientras no tuviese piso, lleve solo algunas cosas, en la residencia solo dispondría de un cuarto compartido, y no era cuestión de sobrecargarlo.
Me colgué mi guitarra en el hombro, era una fender, de color blanco, me la regalaron mis padres con mucho esfuerzo unas navidades, y me relajaba tanto rociarla, llevarla, me hacia sentir en otro planeta... Me gustaba puntear, o mas bien chapurrear a Hendrix, Bowie, T-Rex, Led Zeppelin o Lou Reed... Casi siempre de oído, no sabia solfeo, y mas bien era chapurrear las notas... Me temo que soy ja. Guitarrista frustrada.
Llevaba mi pelo castaño suelto, liso y con flequillo, y una hagas de sol de aviador, de cristales rosas.
Era todo un personaje en mi pueblo pequeño de gente aburrida.
Había algunos jóvenes que montaban grupos, y habían música pero yo era el bicho raro, tampoco es que me importase, pero era molesto.... Para las chicas era la puta que siempre iba con los tíos, y que no tenía aspiraciones de un buen marido, la soberbia y prepotente con grandes aires... Y para los tíos era la amiga a la que se querían tirar, confundían libertad con ser una zorra, si algunos amigos "buenos" tenía, pero no me comprendía con ninguno, ni mi ego ni mis aspiraciones solían ser comprendidos, peor como ya he dicho, no tenía intención de criar malvas en esa cripta de "viejas"... Me senté en la ventana de cabina del tren.
En cuanto avanzo y perdí de vista la estación, y con ella a mis padres, me encendí un cigarrillo.
No negare que el abismo asusta, pero era 1971, yo tenía 18 años y iba en post de mis sueños.... Nada podía ir mejor.