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Jimin despertó, no tenía idea dónde estaba. Oh, correcto la bañera. Jungkook dormía como un bebé, se había quedado dormido sosteniéndolo. Jimin lo observó con una lamida de labios, todavía sin poder creer que ellos habían follado como conejos prácticamente todo el día, porque el gran ventanal en el cuarto de baño le estaba mostrando justo ahora una linda vista panorámica de las luces nocturnas de la ciudad. Decir que no le dolía el cuerpo sería mentira, a esta altura sentía una combinación de dolores, pero no se arrepentía de nada. Su cara ya no estaba hinchada por el jodido puñetazo de Minho, pero quizás y le quedaba un moretón. Ellos no habían sabido nada de Minho y de nadie, pero Jungkook le dijo que Kai se iba a encargar de avisarle a su familia y también a Taehyung que él se encontraba bien.

Dios, la mano de Jungkook lo abrazaba fuertemente por el estómago mientras él estaba sentado sobre su erección, un poco endurecida por lo demás. Jimin jamás se había quedado dormido con el miembro de un chico en su trasero, bueno era su primera experiencia después de todo y en este punto estaba bien seguro que ellos no estaban usando condones. Irresponsables como el infierno, diablos no se había podido contener y lo hicieron en el agua de la bañera, sin pensar en nada más que su propio placer. Jimin sonrió, era bueno que él era un chico, de lo contrario de seguro tendría gemelos de lo mucho que recibió de los fluidos de Jungkook en su trasero, boca y estómago. Ugh, se descontrolaron, totalmente lo hicieron y prácticamente habían subsistido de solo sexo en ese día.

—El agua está fría. –Jungkook se despertó y habló mientras succionaba su cuello. Ahí iban de nuevo.

—Jungkook deberíamos parar, no hemos comido. –Señaló sonriente.

—Deberíamos. – Jungkook respondió sin ánimos de abandonar su cuello.

—Hablo en serio. – Jimin rió entre dientes, abriendo la boca para recibir la lengua de Jungkook.

Jimin la succionó como si fuera la cosa más natural del mundo, le gustaba besar al pelinegro se sentía todo bien por dentro y su estómago se sentía divertido. Besarlo se sentía tan adictivo que otra vez cayó rendido en los brazos de este chico, de todas formas sentía que no podía tener suficiente de él, deseaba que Jungkook lo consumiera con más fuerza contra algo, necesitando sentirlo más, necesitando profundizar la relación que habían formado. Sería su primer novio, no estaba mal y Jimin se sentía muy bien con este chico, se mostraba hambriento cada vez que lo miraba, cuando lo tocaba, deslizaba sus manos por su espalda, cuando Jungkook apretaba sus nalgas y acariciaba su abertura haciéndole gemir del mero placer.

Demonios, Jimin ya estaba duro, pero Jungkook se dio cuenta y agarró su verga con su mano poderosa para atenderla, entonces Jimin se estremeció gimiendo y conduciendo su mano a su ritmo, mientras que sus gemidos fueron tragados por la boca hambrienta de Jungkook. Cielos, Jimin nunca de los jamás se había sentido así de necesitado, bastaba con conocer el sexo una sola vez para joderse por completo, quizás por eso los sacerdotes y las monjas tenían sexo rompiendo reglas, después de todo ellos no pudieron olvidar el sexo. Dios, a quién no le podría gustar esto, era lo más delicioso, obviamente cuando era consensuado y cuando se hacía con la persona que se compartía un vínculo, entonces con esa combinación de factores las sensaciones eran de infinito placer. Jimin jadeó entrecortado cuando Jungkook lo agarró con avidez para acariciarlo por todas partes mientras chupaba su lengua.

—Te quiero. –Susurró con voz ronca entre besos. Esa frase la había dicho todo el jodido día.

—Idem. –Sí, Jimin todavía no la podía mencionar de regreso, pero no es que no la sintiera es sólo que era muy vergonzoso decirla de vuelta. Cielos, mientras no se muriera como el tipo de aquella película sin decirla, ¡Uh! Todo estaba bien. Más tarde, se sentiría avergonzado por su propio retraso y falta de tino al no decirla, pero ahora mismo no podía hacerlo y quizás porque de cierta manera, todavía no podía creer que Jungkook le había pedido salir, confesándole su intenso interés por él. Además, a Jungkook no le molestaba que no la dijera.

Chico Gafas «KOOKMIN»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora