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Jimin apretó los labios, sintiéndose bastante cabreado por la risa burlesca de su gran amigo Taehyung, quien prácticamente no disimulaba en nada su mofa hacia él.

-¡Ya para! -Se quejó con gran mueca, pero eso sólo intensificó las carcajadas de su amigo. -Diablos, te odio. -Gruñó entre dientes, saliendo del salón.

-¡Hey de acuerdo, espérame. - Tae cogió su mochila de la silla y salió tras él. -Ya Minie, sorry. -El pelirrojo se excuso con él, abrazándole por los hombros. -Va por mi cuenta un café. -Murmuró, mirándole de soslayo.

-No te debí contar. - jimin susurró con una mueca. Taehyung sacudió la cabeza.

-Corrección, tú debías contarme. Viejo soy tu mejor amigo, hermano de pacto de sangre desde prácticamente la cuna, es mandatorio que me cuentes todo de ti ¿Entendido? -Espetó sonriente. Jimin rodó los ojos.

-No es tema para mí, sólo quería saber si mis especulaciones fueron correctas. Por eso te conté. -Indicó con una mueca. Tae soltó una risita divertida.

-Por lo que sé, el chico vive en los dormitorios. -Sonrió. -Ahora, no tengo idea si venía de pasarlo bien con una pollita. -Continuó con mofa.

Jimin chasqueó la lengua, tampoco quería saber las intimidades del jodido chico.

-No me interesa, sólo me inquieté porque pensé que mis reflexiones estaban fallando. Estudiaré más mi lado intuitivo y no tanto el tácito de ahora en adelante. - Se quejó con irritación.

Taehyung lo observó por debajo de sus pestañas, entrecerró los ojos antes de hablar

-¿Quieres que averigüe si le gusta los chicos?- Se echó a reír después de ver la expresión sombría en la cara de jimin

-¡Claro que no! -El rubio escupió. -Me gustan los hombres inteligentes y en verdad todavía no sé si quiero experimentar con
ellos primero. -Murmuró con una mordida de labios. Tae rió entre dientes.

-De qué hablas viejo, si experimentaste los besos conmigo. -Dijo con diversión. Ugh, jimin ladró con mejillas rojas

-Sólo lo hice para aprender como se hacía eso con la lengua, tampoco quería pasar vergüenzas con mi futura cita. -Se restregó el cabello y resopló. -Además fuiste pésimo profesor y después me terminó enseñando mi jefe mucho más mejor que tú. -Susurró en voz baja.Diablos. Su amigo se echó a reír

-Se sintió insatisfecho porque somos amigos, además tu jefe es un pedazo de carne. Carajo, desde luego que se iba a sentir bien con él. - Indicó con una lamida de labios.

Jimin tragó saliva, y eso que no le contó a su amigo que el señor Chanyeol se había ofrecido a enseñarle cosas en la cama. Ugh, pero desde luego que él se negó de inmediato. Rayos, una cosa era practicar los besos, pero otra totalmente distinta era desvirgarse sin sentimientos de por medio. Uff, de todos modos iba a pensar bien con quién y cómo perder eso vergonzoso de decir. Rayos, de todas formas necesitaba estudiar cómo se hacía con un chico y ahora no tenía tiempo para eso, ni para preguntarle a Tae.

-Ve a tomar asientos, iré por los cafés. -Su amigo indicó con gran sonrisa al llegar a la cafetería, sacando a jimin de sus pensamientos.

El muchacho se fue al rincón de siempre y exhaló al tomar asiento. Cocodrilo estaba durmiendo en su bolsa, así que jimin la dejó con cuidado debajo de sus pies para mejor comodidad. Luego de un rato, a su mesa llegó kai: El chico Estadounidense, quien casualmente vivía al frente del señor Chanyeol.

-Hola jimin ¿Cierto? -Preguntó sonriente.

-Ajá. -Respondió éste, con cierta sospecha. -Si quieres averiguar sobre Tae verás que se encuentra esperando los cafés que ordenamos.

Chico Gafas «KOOKMIN»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora