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Jimin lamió sus labios, se sentó cómodamente en el sofá, pero la mirada extraña de Jungkook sobre él lo estaba perturbando un poco, ¿Sería por su cabello arruinado? Uff, todavía tenía ganas de asesinar a la estilista porque fue muy descuidada al no fijarse con detención en lo que estaba haciendo. Claramente las disculpas llegaron en demasía por parte de ella y del señor Park, pero el desastre ya estaba hecho y se iba a necesitar un montón de tiempo extra en el salón de belleza para quitar el tinte oscuro de su cabello rubio. Ugh, ahora estaba jodido con eso y también con la presencia de este chico que salió siendo hermano de Kai.

–¿En serio lloraste? – Jungkook preguntó sonriente, jugando con el vaso de whiskey que jimin tuvo que ofrecerle  para que le contara sobre su asunto con kai.

—No fui el único que lloró de la mera irritación ¿De acuerdo? Mi papá lo hizo más que yo y mi hermana juntos. – jimin indicó con un quejido. Jungkook soltó una carcajada.

—¿Y por qué? Todos lucen muy bien con ese color de cabello, tú en especial. –Indicó con flirteo.

Ugh, jimin mordió su labio inferior con fuerza, el chico no era para nada tímido.

—Así que esta es la casa de tu jefe. – Jungkook continuó. —Y yo pensando que eras un burgués como mi hermano. –Comentó sonriente.

Bien, básicamente el chico le contó que kai era su hermano de sangre y que ellos fueron separados cuando apenas eran unos niños en un orfanato. Los padres de Jungkook vivían en Nueva York, por lo que tuvieron que mudarse desde América a Seul. Kai se quedó en América y terminó siendo adoptado por una pareja gay en ese país, pero ninguno de los dos mantuvo la conexión al ser muy pequeños.

Sin embargo, Jungkook le contó que encontró a su hermano a la edad de diecinueve y prácticamente desde ese momento sus lazos de hermandad se reforzaron. Aparentemente los padres de kai tenían mucho dinero y le pagaron toda la carrera de biotecnología a Jungkook, pero éste prefirió vivir en los dormitorios de la universidad y mantener su trabajo de medio tiempo. Ugh, como el hombre casi y le contó todo sobre su vida, jimin no tuvo más opción de decirle sobre la suya también.

—Sí ya te lo dije. – minie resopló. —No soy de abolengo como tu hermano, soy de clase media como tú y la gente normal. –Murmuró con un soplido. Kook sonrió amplio.

—¿Estoy notando reproche? Ser rico también es duro y no te hace feliz, sino pregúntale a mi hermano. – Jungkook comentó con un bufido.

Jimin mordió su labio, la verdad es que se había sentido curioso desde que el chico le contó que vino a charlar con kai, ya que éste se encontraba un poco bajo de ánimo.

—Entonces, um ¿Qué le pasó a tu hermano? – habló con interés. Jungkook le dio un sorbo a su vaso antes de hablar

—¿En serio vamos a platicar sobre kai? –Le alzó una ceja. Tsk, jimin chasqueó la lengua.

—No creo que haya más tema de conversación entre nosotros. No somos compatibles para nada. –Masculló entre dientes. Jungkook rió, se levantó del sofá en el que se encontraba y se dejó caer al lado de jimin. —¿Qué rayos, hombre? –Éste preguntó con un parpadeo.

—Nada, estoy más cómodo aquí, ¿Te molesta? – parloteó con diversión. Jimin se quedó en silencio.

—Creo que ya es tarde, deberías irte. –Dijo al rato.

—Yo pienso que deberíamos charlar. – Jungkook refutó con voz ligera. Jimin se encogió de hombros antes de responder a la tontería del otro chico.

—No hay nada de qué hablar. – Indicó, arrugando la nariz con la risita del pelinegro.

—Sí tú lo dices. Aunque estás arruinando la atmósfera. –Murmuró sonriente, observándole de soslayo.

Chico Gafas «KOOKMIN»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora