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Definitivamente esta no era su cama, tampoco la de su hermana, la de papá y Siwon y menos la de Taehyung.¿Dónde carajos estabas? Jimin se sentó en la cama, observó el lujo de la habitación, la calidad de los muebles, las cortinas...¿Estaba en un hotel de lujo? Uff, un pedazo de carne cayó sobre el edredón ¿Estaba lloviendo filetes ahora? No al parecer, esa fantasía de su mente todavía no ocurría, el trozo de carne cruda cayó desde su rostro.

—me duele todo. –Se quejó en voz alta, poniendo los pies en el suelo.

—¿Cómo te sientes? –La voz de Jungkook preguntó desde una esquina. Jimin siguió la dirección de la voz y encontró al chico sentado en un sofá, bueno la mancha difuminada.

—¿Jungkook? Uff, no veo nada. –Parloteó con un quejido, cayendo a la cama otra vez. —Necesito unas gafas. –Murmuró con un soplido. Jungkook caminó hacia él, se lanzó hacia adelante y enterró su rostro contra el hueco de la garganta de Jimin.

—Siento haber sido un desastre. – Susurró respirando con dificultad y avidez, inhalando su olor. Sus brazos se enrollaron en la cintura de Jimin y se abrazaron con fuerza. Minie tragó saliva, se molestó a sí mismo por actuar como un drogadicto con un caso grave de adicción cuya droga estaba a punto de ser proporcionada otra vez. Ugh, necesitaba empujarlo, pero Dios esto se sentía bastante bien. Jimin ni siquiera sabía que estaba haciendo, pero se dejó abrazar.

—Lo siento. – Jungkook repitió, acariciando los omoplatos en la espalda de jimin ahora. —Siento haberte hecho la vida más difícil y estar ... –Soltó un soplido. —En negación. –Continuó.

— Jungkook no sé, si esto es una broma... – fue interrumpido por el chico.

—Calla, déjame hablar. – Jungkook lo abrazó más fuerte. Necesitamos comunicarnos. Lo resolveremos. – Indicó con un soplido dejando caer un beso sobre la cabeza de jimin para luego respirar audiblemente.

Luego se apartó y siguió abrazándole, arrodillado en el piso. Jimin abrió la boca y luego la cerró sin estar seguro qué decir, la situación era bastante bizarra, extraña en su máximo apogeo y trató de encontrar algo qué decir, pero Jungkook lo había dejado totalmente sin palabras. Jimin se humedeció los labios, sentía como si cada célula de su cuerpo estuviera tratando de salirse de su piel, y necesitaba toda su fuerza para permanecer quieto en la cama. El silencio de Jungkook lo estaba atormentando demasiado, hasta que sus manos desnudas tocaron por debajo de su camiseta. El rubio siseó la lengua.

—Creo que estabas en medio de una conversación ¿No? –Murmuró con una risita, pero qué más podía hacer: Se sentía bien. Jungkook mordió el costado de su cuello antes de succionar un chupetón allí, el chico se estremeció y gimió.

—Dijiste que ibas a charlar. – Habló nuevamente con un jadeó, enterró sus dedos en el cabello de Jungkook hasta bajar sus manos con avidez por la cálida y suave extensión de su espalda, amasando el firme músculo.

—Te extrañé. – el pelinegro susurró al fin. —Fui un estúpido. ¿Estás ...–  Hizo una pausa. —¿Estás enojado conmigo? –Sus labios se tensaron con la pregunta. Jimin exhaló.

—¿Por qué te importa incluso si yo lo estoy? – Respondió con voz baja. Mordió su labio cuando Jungkook lo abrazó más fuerte, sus brazos se envolvieron alrededor de su cintura con fuerza. Jungkook suspiró y hundió el rostro en el pecho de jimin.

—No debería hacerlo. –Respiró profundo. —Pero me importa y bastante. Me preocupa demasiado, ese es el problema. Estoy jodido. –Soltó una risa quebradiza. — No puedo soportar la idea de que te enojes conmigo y te vayas con otro por ahí, en frente de mis narices. –Prosiguió con irritación.

Chico Gafas «KOOKMIN»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora