El milagro de la vida y el amor de una madre

494 27 12
                                    

Se podía ver una gran estructura que tenía forma de castillo; sus torres eran gigantes, al igual que sus pasillos. Este castillo no le pertenecía a otra persona que a la Princesa Celestia, la gobernante del reino de Equestria, una tierra llena de ponis humanoides. Habían varios tipos, como los más comunes, los ponis terrestres; los más rápidos, los ponis pegasos; y los más poderosos, los ponis unicornio. Celestia se alzaba como la gobernante de todos ellos, pues esta era una variación de poni especial; ella era una alicornio, aunque no era la única, pues su hermana menor, Luna, también lo era. Tristemente, el poder la corrompió, convirtiendo a la hermosa Luna en la temible Nightmare Moon, por lo que Celestia tuvo que sellarla en la superficie de la luna con toda su fuerza y el poder de unos artefactos conocidos como los Elementos de la Armonía. Varios años han pasado desde ese terrible suceso. ¿Dónde se encuentra Celestia ahora? Pues supervisando la prueba final de su alumna más sobresaliente, una unicornio de tan solo 4 años de edad que tenía el nombre de Twilight Sparkle. La prueba final consistía en que lograra incubar un huevo de dragón, el cual Celestia encontró en una exploración de terreno recientemente. La pequeña Twilight usaba todos los hechizos que conocía, pero ninguno funcionaba.


-No puedo, no funciona... soy un fracaso -decía la pequeña unicornio, agachando la cabeza-


-No eres un fracaso, pequeña. Hasta a mí se me dificulta hacer un hechizo así-


Celestia consolaba a su pequeña alumna acariciando su cabeza de forma gentil


 -¿Qué tal si te tomas un descanso?-


-Está bien, princesa. Tomaré un descanso-


La pequeña poni se acercó a una ventana de el cuarto para observar el paisaje en busca de una respuesta y, más pronto que tarde, esta escuchó un fuerte estruendo, tapándose los oídos para luego mirar al cielo. Ella vio cómo una enorme explosión con colores arcoíris se extendía por todo el cielo. Esto hizo latir el corazón de la poni con fuerza. Ella rápidamente volvió donde estaba el huevo y empezó a usar su magia para incubarlo.


-Por favor, huevito, ábrete. Confío en que quieres nacer en este hermoso mundo. Por favor, nace-


El huevo empezó a abrirse poco a poco. Celestia quedó con una expresión de asombro al ver cómo terminó de abrirse y un adorable dragón de color morado y espinas verdes salió de él. La pequeña criatura vio a Celestia y rápidamente asimiló que era su madre, por lo que empezó a llorar fuertemente.


-Princesa, ¿qué hago? ¿Por qué llora? ¿Le duele algo?-


La pequeña unicornio estaba feliz por pasar la prueba pero también preocupada por el llanto del dragón.


-Tranquila, Twilight. Solo está llorando. Creo que sé cómo calmarlo-


Celestia tomó al pequeño dragón en sus brazos y lo empezó a arrullar suavemente mientras empezó a cantar una canción de cuna que alguna vez escuchó de la madre Gaia.


-Hijo del corazón

Deja ya de llorar

Junto a ti yo voy a estar

Y nunca más te han de hacer mal

Tus ojitos de luz

El llanto no ha de nublar

Ven, mi amor

Nadie nos ha de separar

Si te vieran como yo

Te darían su calor

Todo aquel que te hizo a ti llorar

Te tendría ahora entre sus brazos

Hijo mío, mi amor

No me importa el sufrir

Como un sol, tú me das luz

Y das calor a mi vivir

Todo aquel que te hizo a ti llorar

Te tendría ahora entre sus brazos

Hijo mío, mi amor

No me importa el sufrir

Como un sol, tú me das luz

Y das calor a mi vivir

Ven, mi amor-


Con eso, el pequeño dragón calló profundamente dormido en los brazos de Celestia, pero parecía no ser el único, pues la pequeña Twilight también se durmió al escuchar la canción.


-Aww, parecen angelitos. Los dejaré descansar. Deben tener mucho sueño-


La princesa susurró antes de irse a hacer otros deberes. En la cama aún se podían ver a los dos pequeños, el dragón recién nacido estiró su manito y agarró el pulgar de la unicornio, la cual luego con un reflejo inconsciente sonrió al sentir el toque. Ambos quedaron sumergidos en el mundo de Morfeo con una sonrisa.

la magia de la amistad y el impredecible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora