Formando lazos

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Desde el nacimiento del pequeño dragón pasó un mes en el que Celestia cuidó con mucho amor al pequeño bebé dragón. Twilight diariamente iba a visitar al pequeño; ella le tenía un poco de miedo, pero al ver cómo el dragoncito la miraba con una sonrisa siempre que estaban juntos, uno de los tantos días que la pequeña unicornio visitaba el palacio para jugar con el dragón, esta vio a Celestia con una sonrisa debido a que el pequeño ya había aprendido a caminar.


-Eso, Spike, tú puedes venir con mami-


Celestia le sonreía al pequeño dragoncito al verlo caminar hacia ella con rapidez. El dragoncito apenas se acercó a ella, la abrazó con fuerza como si fuera su verdadera madre. La pequeña unicornio entró lentamente viendo cómo la princesa llenaba de besos en toda la cara al dragoncito.


-Princesa, ¿ya le puso nombre? ¿Cómo se llama? ¿Puedo jugar con él hoy?-


La pequeña Twilight estaba algo apenada, pues ella también quería la atención del dragoncito. Al no tener amigos, consideraba al bebé como su único y mejor amigo. Ella jalaba suavemente el vestido de Celestia para llamar su atención mientras miraba al pequeño dragón.


-Sí, Twiligth, su nombre es Spike, y claro que puedes jugar con él. Tranquila, aquí lo tienes. Voy a estar ocupada un rato con mis deberes de la realeza, cuídalo bien, pequeña-


-Sí, princesa, cuidaré bien a Spike, lo protegeré de lo que sea-


Celestia puso al pequeño frente a ella. Este último solo miró a Twilight y como de costumbre, sonrió muy feliz. Pero esta vez se levantó, caminó hasta donde Twilight aún con la sonrisa y sin dudarlo la abrazó, aferrándose a ella.


-Aww, parece que te quiere mucho, Twilight. Spike, mami tardará un poco. Juega con ella hasta que vuelva, ¿sí?-


Celestia se fue con una sonrisa al ver cómo Spike se aferraba con fuerza a su amiga unicornio. Esta última le acariciaba la espalda al pequeño dragón, pues parecía que este quería dormir aferrado a ella. Luego de un rato, el dragón empezó a cerrar sus ojitos, pero antes dijo algo muy bajo.


-Twidal (Twilight)-


Luego, el pequeño ingresó al mundo de los sueños con la misma sonrisa que tenía al estar con la unicornio. Seis años pasaron desde ese maravilloso suceso. Se podía ver cómo la unicornio ya crecida llevaba de la mano a un lindo Spike de 6 años, el cual apenas era un poco más bajo que ella. Ambos jugaban en los jardines del castillo de la Princesa Celestia. Ellos estaban divirtiéndose hasta que Twilight gritó con horror al ver una mantis diminuta frente a ella. Rápidamente el pequeño Spike se puso frente a su amiga y exhaló un poco de fuego hacia la mantis.


-Aléjate de ella, bestia fea. Ella es una princesa, y yo soy su caballero, así que la protegeré de lo que sea-


El pequeño Spike lo decía con inocencia, pero la pequeña Twilight se sonrojó al escuchar cómo él se proclamaba su caballero. Luego del incidente, ambos fueron a la biblioteca. La unicornio era una come libros por naturaleza, debido a esto, Spike terminó por el mismo rumbo, aunque Twilight le daba solo libros simples para aprender, lo complicado se lo enseñaba ella con una sonrisa en los labios. Esta se acercó al dragón y besó su frente con cariño.

la magia de la amistad y el impredecible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora