La princesa del amor: mi amore cadenza

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//Canterlot, hace 12 años//

El sol brillaba sobre Canterlot mientras la majestuosa Princesa Celestia, con su imponente melena y sus alas extendidas, compartía un cálido día en el jardín real con los jóvenes Twilight Sparkle y Spike.

Celestia, con una sonrisa tierna, observaba cómo Twilight exploraba con curiosidad las flores mágicas del jardín. La pequeña unicornio, con su pelaje morado brillante, movía su pequeño hocico mientras aspiraba el aroma de las flores.

Spike, el pequeño dragón, se acomodaba junto a Celestia con una expresión de emoción en su rostro. La Princesa, con un gesto amable, comenzó a jugar con ellos. Formaron hermosas coronas de flores y se las colocaron unos a otros, compartiendo risas y sonrisas.

Celestia, utilizando su magia con destreza, hizo que pequeñas chispas de luz dancen en el aire, deleitando a los jóvenes. Twilight intentaba imitar los movimientos mágicos de Celestia, mientras que Spike aplaudía emocionado.

Spike: Vamos, Twilight, tú puedes.

Celestia: Sí, querida alumna, tú puedes.

La pequeña unicornio finalmente logró replicar el hechizo que había hecho Celestia, aunque quedó un poco cansada después de eso. Al verlo, el dragón no tardó en abrazarla con fuerza, mostrándose muy feliz.

Spike: ¿Ves? Te dije que podrías, Twilight.

La deidad del día miró a ambos infantes con una sonrisa, aunque rápidamente cambió de expresión al darse cuenta de que tenía que atender algunos asuntos importantes y no podría pasar el resto del día cuidando a su amado pequeño y a su más fiel estudiante.

Celestia se puso de pie con gracia, despidiéndose cariñosamente de Twilight y Spike. Les prometió que jugarían de nuevo pronto, pero debería ocuparse de sus deberes reales. Con un suave toque mágico, hizo aparecer una canasta de frutas frescas y jugosas.

Celestia: Disfruten de las frutas, mis pequeños. Estaré de vuelta pronto.

Antes de partir, Celestia les dio un beso en la frente a ambos, transmitiendo su amor y cuidado. Mientras la princesa se retiraba, Twilight y Spike se quedaron disfrutando de las delicias del jardín real, agradecidos por el hermoso día que habían compartido con su querida gobernante.

Mientras tanto, en otro lugar del castillo, el hermano de Twilight, Shining Armor, estaba recibiendo lecciones de combate y defensa del actual capitán de la Guardia Real, Silver Armor.

Silver Armor, con su imponente presencia, observaba con ojo crítico cada movimiento de Shining Armor. Después de una serie de entrenamientos intensos, detuvo la práctica y se acercó a su pupilo con una expresión seria pero amigable.

Silver Armor: Shining, has progresado mucho, pero siempre hay margen para mejorar. Recuerda, la clave está en la disciplina y la anticipación. Un buen defensor no solo reacciona, sino que anticipa los movimientos del oponente.

Shining Armor asintió con determinación, absorbiendo cada palabra de su mentor. Silver Armor continuó con sus consejos, compartiendo su experiencia en el arte de la defensa.

Silver Armor: Mantén una postura equilibrada, no te dejes llevar por la fuerza del ataque enemigo. Aprovecha cualquier apertura para contraatacar, pero siempre prioriza tu defensa.

El capitán de la Guardia Real señaló algunos movimientos específicos, demostrándolos con elegancia y precisión. Shining Armor, dedicado y ansioso por aprender, seguía cada instrucción con atención.

Silver Armor: Y recuerda, la confianza en ti mismo es clave. Confía en tus habilidades, pero nunca subestimes a tu oponente. La Guardia Real defiende Canterlot con honor y valentía.

la magia de la amistad y el impredecible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora