El día de los caídos

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Al día siguiente del rescate, Spike despertó junto a su amada unicornio, Twilight Sparkle, en la tranquilidad de su hogar. La luz de la mañana se filtraba por la ventana, y al mirar su mano, notó que estaba vacía. Recordó entonces que, en medio del caos del rescate, había olvidado recuperar su anillo, aquel objeto especial que tanto significaba para él. Había confiado en Ember para que se lo devolviera, pero no estaba seguro de que ella hubiera tenido la oportunidad.

Suspiró, resignado a la posibilidad de haberlo perdido... hasta que desvió la mirada y lo vio allí, sobre su mesa de noche, tan brillante y seguro como siempre. Su sorpresa fue inmensa. Sin perder tiempo, lo tomó y se lo puso rápidamente. Se quedó un momento mirando el anillo en su dedo, sonriendo al imaginar cómo Ember había encontrado el momento perfecto para devolvérselo sin decir nada. Este inesperado gesto le llenó el corazón de alegría.

Con esa grata sorpresa y lleno de energía, Spike se levantó, listo para comenzar el día. Twilight también despertó poco después, y juntos se dedicaron a los quehaceres de la mañana. Pasaron varias horas ocupados hasta que Twilight, movida por la intriga de la habilidad que había usado en la última batalla sin comprender del todo, decidió sumergirse en su estudio. Quería descubrir el origen de esa magia poderosa que había desatado sin saber cómo.

Mientras Twilight se concentraba en su investigación, Spike sintió el impulso de visitar a Selene y Solarius. Preparó algunas cosas y, con una última mirada hacia Twilight, quien ya estaba profundamente sumergida en sus libros, se concentró, activó el anillo y se teletransportó a la cueva donde sus amigos vivían.

Al llegar, se encontró con una escena llena de actividad: varios dragones entrenaban enérgicamente afuera de la cueva, practicando maniobras en el aire y técnicas de combate bajo la supervisión de Selene y otros tres dragones. Algunos de los más jóvenes se afanaban en recolectar piedras, cristales y plantas especiales, reuniendo los materiales para fabricar artesanías y adornos ceremoniales. Otros estaban tallando, puliendo y pintando piezas que, a juzgar por su dedicación, parecían destinadas a algún tipo de homenaje.

Cuando Selene se dio cuenta de la presencia de Spike, se despidió momentáneamente de los dragones a su cargo y se acercó a él con una amplia sonrisa, jadeando ligeramente por el esfuerzo del entrenamiento.

Selene: Hola, Spike. ¿Qué te trae por aquí?

Spike le devolvió la sonrisa, sintiéndose a gusto en la compañía de su gente. Había algo en ese lugar que despertaba en él una profunda conexión con sus raíces.

Spike: Hola, Selene. Solo venía a saludar y a ver cómo estaban. ¿Día ajetreado? ¿Qué están haciendo?

Selene asintió, y en sus ojos brilló una mezcla de solemnidad y respeto.

Selene: Estamos preparando todo para el Día de los Caídos.

Spike la miró con curiosidad, sin reconocer el nombre de la celebración.

Spike: ¿El Día de los Caídos? ¿De qué se trata?

Selene lo miró con una expresión de nostalgia y una suave sonrisa en sus labios, como si su mente viajara a otro tiempo y lugar.

Selene: El Día de los Caídos es muy especial para nosotros, Spike. Es el día en que recordamos a aquellos que ya no están con nosotros... guerreros, amigos, familiares que dieron sus vidas para protegernos o simplemente se marcharon después de haber compartido su vida con nosotros. No es un día triste, sino una celebración para recordarlos con una sonrisa, para honrar lo que significaron y sus enseñanzas. Hacemos todo esto —las artesanías, los adornos, el entrenamiento especial— como una ofrenda a su memoria.

Las palabras de Selene calaron hondo en el corazón de Spike. Por un instante, mientras ella hablaba, su mente viajó hacia su propio pasado y a aquellos que también le habían marcado profundamente. Casi sin querer, su mente evocó la imagen de Shining Armor, su amigo y hermano de corazón, el leal capitán y esposo de la princesa Cadance. Recordó su valentía, su corazón noble y su sonrisa llena de confianza.

la magia de la amistad y el impredecible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora