Un miedo terrible y una promesa inquebrantable

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Habían pasado dos semanas desde la derrota de Nightmare Moon y el regreso de la Princesa Luna. A pesar de haber pasado tanto tiempo, Spike seguía en coma, pues los daños que le provocó la alicornio fueron casi mortales. Twilight chequeaba la salud de Spike a diario, le daba medicina y cambiaba sus vendajes cada tanto. Ella estuvo conviviendo con sus amigas durante esas dos semanas. Ellas fueron un apoyo más que necesario para que la unicornio no se deprimiera, además de también ayudar a cuidar al dragón cuando ella estaba ocupada.

Mientras en la cabeza de Spike él estaba en un lugar extremadamente grande y lúgubre, donde a su alrededor solo podía ver oscuridad que lo consumía todo. Se sentía realmente asustado, pero no era por su alrededor; su verdadero miedo era que Nightmare Moon hubiera ganado y las chicas hubieran muerto. Esto hizo que él lentamente entrara en pánico y se acomodara en posición fetal para empezar a llorar desconsoladamente con los ojos cerrados, apretándolos con fuerza.

En la realidad, Spike también empezó a llorar, aunque sin moverse en lo más mínimo; solo sus lágrimas eran evidencia de lo que estaba pasando en su cabeza, cada vez más lágrimas corrían por sus mejillas llegando incluso a mojar la cama.

De nuevo en la cabeza del dragón, este se veía aterrado por sus pensamientos, pero de repente una extraña canción empezó a sonar, calmándolo poco a poco. Una melodía que él recordaba muy bien, pues esta era la nana que Celestia le cantaba de pequeño.

-"Hijo del corazón Deja ya de llorar Junto a ti yo voy a estar Y nunca más te han de hacer mal

Tus ojitos de luz El llanto no ha de nublar Ven, mi amor Nadie nos ha de separar

Si te vieran como yo Te darían su calor Todo aquel que te hizo a ti llorar Te tendría ahora entre sus brazos

Hijo mío, mi amor No me importa el sufrir Como un sol, tú me das luz Y das calor a mi vivir

Todo aquel que te hizo a ti llorar Te tendría ahora entre sus brazos

Hijo mío, mi amor No me importa el sufrir Como un sol, tú me das luz Y das calor a mi vivir

Ven, mi amor"-

Al abrir los ojos logró ver a su madre frente a él. Ella con cuidado se acercó a él abrazándolo con cariño y limpiando sus lágrimas con su pulgar. Lentamente vio como otra alicornio de color azul oscuro y una melena brillante como las estrellas en la noche se acercaba a él. Este se asustó, aferrándose a su madre con mucho temor mientras temblaba.

-Tranquilo querido, ella es mi hermana Luna. Era la malvada Nightmare Moon, pero Twilight y sus amigas lograron vencerla. Ya no hay nada más que temer, mi niño-

-¿Eso quiere decir que las chicas y Twilight están bien?-

-Así es, mi pequeño, ellas están bien. Además, ellas son las que te han estado cuidando día a día-

-Menos mal, eso me tranquiliza bastante. Al menos sé que ahora no estoy muerto y que ellas están bien-

La Princesa Luna se acercó al dragón y lo abrazó mientras empezaba a derramar lágrimas de arrepentimiento.

-Lo siento muchísimo por los daños que te produje. Spike, estoy realmente apenada de dejarte en ese estado tan lamentable-

-Princesa Luna, no fue su intención hacerlo. Estabas cegada por la maldad y la envidia. Además, me recuperaré. Estoy alegre de poder volver a ver a Twilight una vez que me despierte-

-Gracias, Spike. Twilight es realmente afortunada de tenerte-

-Los tres charlaron por un rato, pero las princesas necesitaban volver a sus deberes en el castillo, así que volvieron a dejar a Spike sin compañía. Antes de irse por completo, Luna se frenó y le sonrió al dragón, diciéndole unas últimas palabras-

la magia de la amistad y el impredecible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora