4-El concierto

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Se me quedó mirando embobado, mientras yo solo miraba al frente para calmar mis nervios.

-Mis ojos están aquí arriba-le dije cuando se quedó demasiado tiempo mirando, no, más bien admirando mi vestuario.

-Joder, eres jodidamente preciosa.

-Ya sé que usualmente visto como una vagabunda, pero mi ropa de ahora tampoco es algo de otro mundo.

-Te queda jodidamente bien esa ropa.

-¿Sabes que todas las demás de ahí afuera también están así?, ya te dije que no es nada del otro mundo- dije con nerviosismo.

-Yo solo te puedo contemplar a ti.

-Parece que alguien me hecho de menos-dije riendo.

-Ni te imaginas- hizo una pausa para seguir mirándome y noté como me agarró de la muñeca y me atrajo hacia su cuerpo- bésame, vuelve a besarme.

-No... no puedo- no podía, no podía permitir que pasara otra vez, esto no estaba bien, era un famoso y como todos los demás sería un caprichoso que solo quiere jugar conmigo.

-No, bésame, necesito sentir tus labios, necesito sentir que estás cerca de mí como la última vez, necesito que me beses, necesito sentir tus suaves labios sobre los míos.

-¿Qué necesitas un beso para que puedas tocar?- le pregunté riéndome.

-Necesito más de uno, pero de momento solo te pediré uno.

No sabía que estaba haciendo, esto era un error, me haría daño, esto era el mayor error, pero todos nos equivocamos, puede que esta sea el peor error de vida o el mejor, pero... ¿Para descubrirlo tendré que probarlo, no?

Nuestros cuerpos se fueron juntando y podía notar su aliento en mi cara, nuestras narices se rozaron, todo lo de mi alrededor se calló, pero no era por el beso, las cortinas del escenario se habían abierto y todo el público nos estaba viendo, muchísimo teléfono apuntaban a la espalda de Zack.

Zack me cubrió con su cuerpo para que no me vieran y me llevó fuera del escenario.

-¿Por qué cojones abriste las cortinas?- pregunto enfadado.

-Lo siento, el mando se calló y se presionó el botón.

-Más te vale que esto no vuelva a pasar.

-Claro que no, discúlpeme.

Vale, no estoy muy segura de que acaba de pasar, son muchas emociones demasiado rápido.

A la mierda el secreto con mis amigos, pero lo peor no es eso, lo peor es que iba a besarlo, IBA A BESARLO.

-Creo que me quedé sin el beso de suerte.

-Crees bien-le dije mientras caminaba dándole la espalda moviendo más de lo común mis caderas para provocarle.

Zack:

Entre por la puerta del avión mientras miraba cuál era mi asiento, odio los aviones, la cantidad de gente ahí reunida y el olor a sudor lo odiaba.

Todo mi cabreo se esfumó cuando vi a la chica más hermosa que nunca había visto.

Y gracias al destino mi asiento era justo el que estaba al lado, me senté en mi asiento y mientras colocaba mi mochila debajo del asiento pude ver por el rabillo de ojo como la chica de al lado me daba un repaso, lo que me hizo sonreír.

Me puse recto en mi asiento y una aroma a vainilla entró en mis fosas nasales haciendo que sintiera que mi corazón se paró por un segundo.

Provenía de la hermosa chica de al lado, cada vez que movía su pelo una oleada de su perfume me golpeaba la cara.

Un desconocido alemánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora