Una semana, solo una semana y podría ser libre del instituto, por fin podría entrar en la universidad.Tanto esfuerzo y lágrimas sirvió para algo.
Me levanté por la mañana cuando Canela, empezó a lamerme la cara.
Me levanté cuando dos personas se subieron a mi cama.
¿Pero qué?, me despierto y vi a Zack a mi lado y a Lilly encima de mí.
-Buenos días, princesa, me dijo Zack besándome.
-Mamá me dio dinero para ir a por tu vestido de graduación- me dijo Lilly canturreando.
-¿Qué hora es? - pregunté con sueño.
-Las diez en punto- me dijo Zack besando mi frente.
-¿Qué hacéis levantándome un sábado a las diez de la mañana?- dije metiendo la cabeza en la almohada.
Zack se acurrucó más contra mi cuerpo y me rodeó la cintura con sus brazos.
-Debo admitir que se está muy cómodo aquí —me dijo estirándose en la cama.
—¿Mañana puedo ir a tu casa a dormir?—le dije aún con los ojos cerrados.
-No hace falta que me preguntes princesa- me dijo besando mi nariz.
- Muy bien, ahora todo el mundo fuera, que voy a dormir- dije escondiéndome debajo de las sabanas.
- Yo no me voy- dijo Lilly.
- Yo tampoco.
Mientras intentaba dormir, escuche a Lilly decirle a Zack algo al odio, aunque no pude descifrar que dijo.
Fue entonces cuando note como Lilly me quitaba las sabanas y cuando intente defenderme, Zack me subió a su hombro como un saco de patatas.
¡Suéltame! —le grité a Zack mientras pataleaba.
Me soltó en el pequeño puf que había en mi habitación.
-Qué mona eres, pareces una niña pequeña haciendo berrinche.
-Los niños de hoy en día se quejan por todo- me dijo Lilly mientras movía el dedo de derecha a izquierda, a la vez que se colocaba las gafas de sol de Zack, que por cierto llevaba puestas.
-Nörgeln- dijo Zack despistado.
-¿Qué significa?- le pregunte preparada por si me había dicho algo malo.
-Cariño, en alemán.
-Qué bonito.
Zack:
No, cariño no significaba, pero estaba distraído y no me di cuesta de que la llame gruñona, si se lo decía podría morir ese mismo día.
Bueno, Lilly y yo nos pusimos a ver dibujos mientras Luna se cambiaba.
Cuando termino de cambiarse escuche que Lilly hablaba con Luna.
-Mira, mamá, me dio diez, dijo que cinco para ti y cinco para mí.
-¿Cinco dólares para un vestido de graduación?
Escuché la conversación detrás de la puerta, sabía que no estaba bien, nada bien.
-Toma, quédate los diez, yo pagare mi vestido.
Escuché que se acercaban a la puerta y salté a la cama como si hubiera estado allí todo el rato.
Noté cómo Luna se tiraba encima de mí y me abrazaba como un koala.
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Un desconocido alemán
Roman d'amourUn viaje a Europa lo puede cambiar todo, pero sobretodo si te sientas al lado de un guitarrista famoso que pone tu vida patas arriba. Completa.