17-Turistas

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Me levanté por los rayos de sol que entraban por la ventana.

Me levanté sola en la cama, Zack no estaba. Me estiré en la cama para despertarme, pero al mira hacia arriba vi el precioso torso desnudo de Zack mientras nadaba en la piscina, mientras lo contemplaba se me ocurrió hacerle una foto con mi teléfono.

Pensé en subirla a Instagram, pero luego me ha parecido mala idea teniendo en cuenta lo famoso que era y lo que eso podía causar en su imagen o lo que fuera por la que se preocupaban los famosos al subir fotos.

Apague el teléfono cuando me di cuenta de que Zack había entrado en la habitación.

—¿Vienes a la piscina?

—Ahora voy.

Zack:

Luna se metió en el baño, estaba tardando demasiado cuando empecé a aburrirme.

Iba a coger mi teléfono para ver video o algo, pero o tenía descargado.

—¿Me dejas tu móvil para ver algo en lo que tardas en salir?

—Sí, me dijo rápido, sin pensar.

Desbloquee su teléfono cuando me salió los borradores de Instagram.

Vi una foto mía en la piscina. La tenía en borradores como si no supiera si subirla o no, podía entenderlo.

Decidí jugármela un poco, me tomé una foto en la que salía un poco estúpido.

En la que puse "Esperando a mi chica"

Y la subí mientras me etiquetaba a mí mismo.

Deje el teléfono otra vez sobre la mesita de noche cuando salió del baño.

Vi que tenía un bañador morado diminuto.

Me miraba con una sonrisa.

La tomé por los muslos haciendo que enrollase sus piernas en mi cintura.

Subí con ella en brazos hasta arriba donde estaba la piscina.

Me metí con ella mientras el agua fría mojaba nuestros cuerpos.

Nos quedamos allí hasta que empecé a tener hambre.

Salimos de la piscina cuando decidimos quedar todos juntos para desayunar.

Luna se puso un hermoso vestido verde con flores que me dejó asombrado.

La tomé de la cintura y la besé en los labios.

Tome mi teléfono y salimos de la cabaña.

Entrelazamos nuestras manos mientras íbamos de camino a la cafetería cuando vi a Charlotte con el mismo chico del otro día.

Seguí caminando de la mano de Luna cuando se nos cruzó Charlotte.

—Hola, chicos— dijo con una falsa sonrisa en la cara.

Un desconocido alemánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora