Epílogo

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Me levanté sudando, una niña pequeña estaba sentada en una silla a mi lado, y yo estaba en una especie de camilla.

La niña saltó a la camilla y empezó a llorar mientras decía mi nombre. No podía ver quién era, lo veía todo borroso, la cabeza me daba vueltas.

Unos médicos entraron a la habitación, quitando a la niña, pero no les dejé. La conocía seguro, aunque no pudiese verla.

Me quitaron el dichoso tubo que tenía en la boca, y me dieron un líquido extraño, el cual me ayudó a poder enfocar la vista.

Y ahí la vi, era Lilly, pero era mucho más mayor.

-Lilly, ¿qué haces aquí?

-¡Zack, te echaba mucho de menos!- me dijo llorando mientras me abrazaba.

-¿Dónde estoy?

-En el médico, hace dos años te dieron un golpe aquí y te quedaste dormido- me dijo pinchando mi estómago con su dedo.

-¿Dos años?- esto no me podía estar pasando.

Mierda, no me acordaba de nada, lo último que recuerdo es estar en una especie de fiesta con Luna.

-¿Dónde está Luna?

-Toma- me dijo dándome un trozo de papel que cogió de la mesita de noche, para luego salir de la habitación.

Querido Zack:

Joder, no sé cómo empezar esto.

No sé cómo empezar a contarte que te dejé aquí.

La universidad de Oxford me aceptó, y con una beca, es increíble.

Ya sé que no pasó mucho tiempo desde que ingresaste, pero unos meses después de que quedaras en coma empecé a ir al psicólogo, y me dijo que tú hubieras querido que fuera, que siguiese mi vida, y pues bueno, eso trato de hacer.

No sabes lo mal que me siento por dejarte aquí, sé que tú no lo harías si cambiáramos los papeles, pero no sé.

No sé. No sé.

No sé nada.

No sé qué hacer con mi vida.

No sé si dejarte aquí.

No sé si hago lo correcto.

No sé si esto es lo que debería hacer.

Puede que luego me arrepienta...

Le dije a Lilly que viniese todos los días a verte y que me dijese cómo estabas, espero que cuando despierte no te moleste mucho.

Te amo mucho, Zack.

Te echo de menos, por favor, despierta.

Mierda, joder, me sentía muy mal por ella, ¿Cómo podía pensar que era mejor idea quedarse aquí? Pues claro que quería que siguiese su vida joder.

Joder, hecho de menos a mi novia.

Salí de la cama, no quería estar más tiempo ahí.

-¿Lilly, sigue Luna en Oxford?

-Sí, la llamo si quieres.

-No, quiero darle una sorpresa.

Cogí el teléfono del hospital y llamé a mi contacto para que preparase mi avión privado, nos vamos a Reino Unido...

¿Fin?

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Bueno.

Esto no es una despedida de Zack y Luna, es un hasta pronto.

Y con esto termina el libro "Un desconocido alemán"

Os estaré dando pistas de lo que se avecina.

Últimos besos de parte de Zack y Luna.

💋💋💋

Un desconocido alemánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora