14- Hospital

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Zack:

¿Qué hice mal?

No me acuerdo de que dije o que hice, pero Luna no contesta mis mensajes.

Desde ayer no me contesta y hoy voy a ir a su instituto.

Llegue a la puerta del instituto, todo el mundo me miraba, pero me daba igual, solo quería saber si Luna está bien.

-¡Jenny!- le grité a la mejor amiga de Luna.

Ella se dio la vuelta, y me miró sorprendida.

-¿Qué haces aquí?- me pregunto.

-¿Dónde está Luna?
-¿No lo sabes?- me preguntó confundido.

-¿Qué pasa?- dije más preocupado.

-Está en el hospital...- no la deje terminar, me fui corriendo al coche.

¿Qué diablos hacía en el hospital?

¿Le paso algo malo?

Joder, estaba muy preocupado.

Empecé a conducir a toda velocidad, iba a 120. Tenía que llegar lo más rápido posible.

Llegue al hospital y fui a la recepcionista, le pregunté sobre Luna.

- habitación número 12- me dijo sin mucho interés.
Llegue a la habitación y vi a Luna, a mí Luna, a mi preciosa Luna en una cama de hospital con una pierna con escayola y una mano con vendas.

Tenía la cara llena de rasguños, al igual que el cuello.

Me dolía verla así, joder, no podía soportar verla así.

-¡¿Qué cojones le ha pasado?!- le pregunté a un médico que pasa por ahí.

-Se ve que un coche la atropello, el conductor iba borracho, no la vio y le pasó por delante.

-¿Está bien?

-Si, perfecta, pero ese no es el problema.

-¿Cuál es?
-Que no tiene dinero suficiente para pagar.

Me reí.

-¿De qué se ríe?

-¿Cuánto es?

-40, 000 dólares.

-Tome- Le extendí un cheque al doctor- 40,000 dólares no son nada para mí y para mi esposa, así que espero no volver a escucharle tratar a mi esposa como si no tuviéramos dinero.

El doctor se disculpó y se fue de la habitación.

Me, pase la mano por la frente y suspiré mirándolo ahí en coma. El doctor me dijo que no sabían cuánto tardaría en despertar.

Me quedé en el sillón que tenía al lado de la cama.

***

Llevó dos días en el hospital. Me estoy volviendo loco.

Me fui de la sala para comprar una taza de café, tenía demasiado sueño.

Volví a la sala y me paré en seco, había un chico al lado de Luna. Le ponía el mechón que yo siempre le colocaba detrás de la oreja.

Solté mi café y fui hasta donde el chico, me sonaba de algo, pero no sabía de qué.

-¿Quién eres?- le pregunté apartándole de un empujón.

-Lucas, una amigo de Luna. No le digas que estuve aquí por favor.

Me quede en silencio mirando como salía de la habitación. Lucas, ese nombre me sonaba demasiado. Que raro.

Un desconocido alemánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora